México, 30 jun (EFE).- El defensa español Alejandro Arribas aseguró hoy que abandonó a los Pumas de la UNAM con la sensación de infortunio luego de sufrir un par de lesiones, tras las cuales le resultó imposible ser líder del equipo.
«Tuve mala suerte en los Pumas, una caída me luxó el brazo y a los pocos meses otra similar. En el grupo fue un golpe la goleada del América, un rival directo, y eso lo acarreamos en el inicio del siguiente torneo, con mala fortuna en los resultados y el despido del entrenador», reveló a Efe el zaguero de 30 años.
Arribas llegó al cuadro universitario, uno de los más emblemáticos de México, para jugar el Clausura 2018 y pronto se hizo de la titularidad, pero luego sufrió dolencias, su rendimiento vino a menos y hace seis días quedó desvinculado de la institución.
«Por cuestiones internas del club lo mejor fue acordar mi salida. Casi no jugué tras mi última lesión y mis intereses se fueron alejando cuando quería ser líder. Me queda la tranquilidad de que cuando llegué a Pumas el equipo estaba en los últimos lugares y con mucho trabajo lo pusimos hasta el tercer sitio», señaló.
Alejandro Arribas, originario de Madrid, debutó en Primera División con el Rayo Vallecano en el 2009. Su carrera transcurrió en España en Osasuna, Sevilla y Deportivo La Coruña hasta que fichó con los Pumas.
Al referirse a la filosofía de los Pumas, el jugador comparó al equipo de México con el Rayo Vallecano de España, en el sentido de que tienen poca inversión en sus planteles en la búsqueda de grandes resultados.
«Son similares, pelean y se esfuerzan. Son mucho corazón y lucha con una afición apasionada. Hay otros clubes en sus respectivas ligas que invierten bastante dinero y les llevan ventaja», observó.
El madrileño recordó el episodio con el Rayo Vallecano donde pasó un año sin recibir pago en la segunda división y, aun así, junto a sus compañeros pudo lograr el ascenso del equipo.
«Es importante que se invierta en los equipos, pero no todo depende de eso. En Vallecas nos pasó en el 2010 sufrir un año de impago y el equipo luchó hasta conseguir el ascenso con en una afición que lo respaldaba. En Pumas nadie creía en nosotros y llegamos a ser terceros de la liga con un equipo modesto en comparación de otros como Tigres o Rayados», explicó.
El español aseguró irse con tristeza del conjunto mexicano que le sorprendió por sus instalaciones y la idea de darle fuerza a las inferiores para nutrir el primer equipo y lamentó no coincidir con su compatriota ‘Michel’, nuevo entrenador de Pumas.
«Con Michel no pasó nada. Cuando llegó a Pumas el club y yo habíamos acordado que me iba. Michel me trató como uno más en estos días que he seguido entrenando, no tuvo que ver en mi decisión. Ya lo he visto como entrenador en España, mis papás me hablaron de él como un gran jugador. Ojalá le vaya bien en Pumas porque la institución se lo merece», concluyó.