España.- De rozar el gol con un zurdazo en el minuto 30 del partido contra el Atlético de Madrid a marcharse al banquillo sustituido un cuarto de hora después por una lesión en el isquiotibial, el mexicano Andrés Guardado vivió las dos caras del fútbol en el duelo en el que su Betis cayó ante el Atlético (1-0).
El mexicano, de la partida en el Wanda Metropolitano como lo ha sido en casi todos los duelos desde el retorno de LaLiga Santander, no pudo acertar con su zurdazo a la media hora que hubiera permitido allanar el camino de un Betis que agobió a todo un cuartofinalista de la Liga de Campeones, pero no supo anotar y cayó por 1-0, un tanto del hispanobrasileño Diego Costa de cabeza en el minuto 74.
Guardado, hasta ahora un fijo en el Betis post-COVID, tanto para el entrenador anterior, Francesc Ferrer ‘Rubi’, como para su sustituto Alexis Trujillo -seis titularidades, un duelo saliendo como suplente y solo ausente del derbi contra el Sevilla-, vivió un duelo amargo, tanto en lo colectivo como en lo personal.
Salió en una posición avanzada el azteca, como interior izquierdo y con una vocación más ofensiva de lo habitual que le hizo aparecer poco en el primer cuarto de hora, pero le permitió ganar protagonismo cuando el partido comenzó a ganar velocidad y presencia ofensiva por parte del conjunto verdiblanco.
De hecho, a la media hora de partido, el mexicano dispuso de la ocasión más clara de su equipo hasta el momento, con un chutazo con la pierna izquierda desde el borde del área que se marchó, por muy poco, a la izquierda del portero esloveno del Atlético Jan Oblak. La jugada venía de un robo del francés Nabil Fekir y un pase del portugués William Carvalho
Su partido, prometedor hasta entonces ante un Atlético al que ya le habían anulado dos goles, uno del argentino Ángel Correa por mano de su compañero Marcos Llorente y otro de Álvaro Morata por fuera de juego, se vio truncado por un pinchazo posterior en la zona de los isquiotibiales, que le obligó a detenerse y salir del rectánculo de juego para dar paso a Alfonso Pedraza.
Lo explicó a posteriori el entrenador, Alexis Trujillo: «Se ha roto el isquiotibial, ha sido un cambio que hemos tenido que hacer en una jugada ha sentido un pinchazo y no podía seguir en el terreno de juego», detalló tras el encuentro.
El partido de Guardado de acabó, pero no el de su compañero en el centro del campo Guido Rodríguez, que cuajó un gran encuentro ubicado de ‘5’ clásico delante de los centrales y cada vez más asentado en la sala de máquinas del conjunto verdiblanco, en el que encadenó su séptima titularidad y jugó el duelo completo.
No tuvo su oportunidad el joven talento mexicano del Betis Diego Lainez, de 20 años, que acumuló su cuarto duelo sin participar aún cuando su equipo buscaba un revulsivo en la segunda parte para intentar darle la vuelta al 1-0 de Diego Costa. Los elegidos fueron Christian Tello y Borja Iglesias, así que el azteca deberá esperar.
Tanto para él, como para su compatriota Guardado y el resto de sus compañeros, el futuro del Betis pasa por un nombre: el del chileno Manuel Pellegrini, próximo inquilino del banquillo bético que firmó su contrato esta semana para las próximas tres temporadas. Su idea futbolística marcará el Betis de la 2020-21 después de una temporada decepcionante en la que no pudieron acercarse a los puestos que dan acceso a competiciones europeas.