Emilio Lozoya ya está cantando ante las autoridades, dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, y asegura que está declarando ante la Fiscalía General. No es cierto. Lo que hizo Lozoya, a través de su padre, Emilio Lozoya Thalman, como se describió en este espacio la semana pasada, fue negociar impunidad para él y su familia, y lo que el Presidente llama declaración es un escrito sobre los diferentes temas y soportes documentales que ofrece como quid pro quo. De eso a la judicialización del caso madre sobre la corrupción en México, falta un trecho.
Escándalo, sin embargo, habrá garantizado, y será interesante ver cómo Lozoya cumple las expectativas creadas a la Fiscalía General sobre la corrupción de Odebrecht, y responde a la imputación de sobornos de la empresa que le hizo hace unos tres años Luis Alberto de Meneses Wyell, quien como director de la empresa brasileña en México, le entregó más de 10 millones de dólares. En esta segunda parte de su testimonio, De Meneses Wyell recuerda que cuando Lozoya asumió la dirección general de Pemex le solicitó una reunión “indicando que tendríamos mucha expectativa con relación a la cuestión de conquista de contratos en Pemex. Le respondió que para que tuviéramos éxito, tendríamos que atender las cuestiones relacionadas con los requisitos técnicos y comerciales que Pemex establecía”, aunque les ofreció “que podría contribuir para que concretizáramos nuestra conquista”.
“A lo largo de 2013, dicho sea de paso, en 2012 junto con Tapia, identificamos oportunidades de un posicionamiento en un proyecto en proceso, que era la refinería de Tula. Tapia era un empresario cuya matriz se ubicaba en Tula, (y complementaba de manera muy positiva nuestras calificaciones). Cerramos una sociedad con Tapia y trazamos como meta la conquista de varios contratos que podría llegar a los dos mil millones de dólares. Pero para nuestra sorpresa, el nuevo Gobierno ¡canceló esa inversión!”.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto, a cambio, licitó la ampliación de la vieja refinería, en donde participaron. Cuando quedaron entre los finalistas, quedando a decisión del Consejo de Administración de Pemex, De Meneses Wyell le habló a Lozoya. De lograr ese contrato, le ofreció “el pago de seis millones de dólares”, de los cuales adelantaría dos, y cuatro más se le darían una vez que obtuvieran la licitación. “Yo consideré que estaría, efectivamente, recompensándolo por todo el apoyo que él nos dio a lo largo de los últimos años”, agregó.
“No hubo una relación de Trueque. ¡Hubo, sí, una iniciativa mía que él aceptó! Y así lo hicimos. Al contratar el proyecto con el contrato Tula I, nosotros cumplimos con lo que habíamos acordado y, a partir de la indicación de cuentas bancarias (que yo tengo las cuentas) y a través del área de Operaciones Estructuradas (tenemos las transferencias), hicimos efectivo nuestro compromiso. No hubo otros compromisos y tampoco hubo otras personas involucradas en esa relación que fue, yo diría, una relación personal mía con Emilio”.
- Sólo para especificar: dijo que en 2012 tuvo un primer pago extraordinario. ¿Puede especificar cómo se dio ese pago?
“Se dio a través de una indicación de cuentas bancarias, donde utilicé el departamento de Relaciones Estructuradas para hacer esa transferencia. De los registros que nosotros vimos, consta de los swift y de las transferencias realizadas, básicamente 4 millones más la comisión que tenía que pagar por cuenta de las transacciones de la operación estructurada”. - “Puede especificar cómo esa transferencia fueron pasados, aunque no de la titularidad, pero de Odebrecht para Emilio?
“Fue la cuenta que él indicó. Él me informaba la cuenta que debería recibir el depósito… Nuestra área de operación estructurada hacía la transferencia a través de una cuenta offshore”. - ¿Cuál es esa empresa offshore?
“Algunos… Dingolino para banco NewsBank… Es personal. NewsBank transfiriendo para ZacaBank, ¿ok? NewsBank… aquí tiene Credit Suisse, para una cuenta en Nueva York, un banco en Nueva York con destinatario final (ininteligible), el beneficiario Latin America Asia, el capital, el beneficiario. ¡Fueron dos beneficiarios!”. - Operación de 2012.
“Sí”.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, Latin America Asia Capital Holding es una empresa offshore donde la beneficiaria era Gilda Lozoya, hermana del ex-director de Pemex, que recibió depósitos por tres millones 150 mil dólares, entre abril y junio de 2012. - ¿Esas cuentas (y) destinatarios fueron indicados por Emilio?
“Fueron indicados por Emilio”. - En 2014, la otra…
“Como dije, tuve unas reuniones con él (y) orientó la forma como deberíamos posicionarnos. Dijo que llegando a la toma de decisión del consejo que él, por reconocer la competencia de la empresa, apoyaría una decisión favorable. Y eso ocurrió con el contrato de Tula que hicimos junto con Tapia”. - Dijo que en 2014 hubo otra operación de pago extraordinario.
“Yo dije que haría el pago en dos partes. Dos millones hice a título de mercado. Cuando conquistamos el contrato de Tula, se hizo el pago para complementar los 4 millones”.
Ese pago, testificó, se hizo a través de otra cuenta, porque la anterior ya no tenía capacidad para recibir más recursos. Para hacer una nueva cuenta que pudiera recibir hasta cinco millones de dólares, viajó a México Hilberto Silva, jefe de área de Operaciones Estructuradas, y el abogado Rodrigo Tacla Durán, a quien se llamaba “el cerebro de los sobornos”.
La Fiscalía brasileña inquirió a De Meneses Wyell sobre diversos funcionarios de Pemex y le preguntó si tuvo conocimiento o participó en “pagos extraordinarios”. “No –respondió-, ningún otro funcionario de Pemex tuvo participación de pagos extraordinarios”. - ¿Sólo Emilio participó de esos pagos?
“Sólo tuve tratos de pagos extraordinarios con Emilio Lozoya”.
Nota: En la transcripción del interrogatorio se hicieron mínimas ediciones para facilitar su comprensión al español, que en ningún momento alteraron el sentido ni el contenido de las declaraciones.