“El crecimiento económico es la política más eficaz para combatir la pobreza”. GONZALO HERNÁNDEZ LICONA
La economía nacional sufrió su peor caída de la historia en el segundo trimestre de este 2020. Según datos preliminares del INEGl, la cifra fue de 18.9 por ciento en su comparación anual o 17.3 trimestral. Esta caída no sólo es peor que la del segundo trimestre de 2009, -7.7 por ciento anual, o la del segundo trimestre de 1995, -8.6 por ciento, sino incluso que la de 1932, cuando la economía cayó 14 por ciento en todo el año.
“Ya esperábamos estos datos”, dijo ayer tranquilo el presidente López Obrador, pero añadió: “Nuestra propuesta de enfrentar la crisis nos está resultando favorable, porque dijimos que a partir de julio empezábamos a levantarnos y ya hay signos en ese sentido”.
Según el Presidente, ya no se perderán empleos formales en julio. “Ya pasó lo peor y, la estrategia está funcionando. La política de apoyar a los pobres nos ayuda mucho, lo que se decidió de inyectar recursos abajo para que la gente no padezca, que la gente más pobre tenga ingresos. Si hubiésemos optado por la otra política, de meter dinero arriba, entonces sí, el deterioro en las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos sería más preocupante”.
El Presidente está convencido de que sus programas sociales están evitando que la gente caiga en la pobreza a pesar del desplome económico. “Si fuese el mismo gobierno neoliberal, entonces sí, porque no atendían a los pobres. Ahora es más lo que destinamos a apoyar a la gente necesitada”. Considera también que las remesas compensarán la contracción de la economía.
El Coneval tiene otros datos. En un estudio sobre las consecuencias de la pandemia señala que espera un aumento de la pobreza extrema de 21 millones de personas en 2018 a un máximo de 31.7 millones en 2020 y de la pobreza general de 61.1 a un máximo de 70.9 millones. La pobreza laboral, el porcentaje de población que trabaja, pero que gana menos de una canasta alimentaria, ha aumentado ya de 38.1 por ciento en el primer trimestre de 2020 a 48.5 por ciento en mayo.
Es verdad que la economía mexicana no es la única que está cayendo. Estados Unidos anunció ayer que su Producto Interno se contrajo a una tasa trimestral de 9.5 por ciento y anualizada de 32.9 por ciento. Pero esta caída no es mayor a la de México, como parecería. Nuestra tasa anual es una comparación entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo trimestre de 2020, la de Estados Unidos anualiza las cifras trimestrales. Si en México anualizáramos de la misma forma, si proyectáramos cuál sería la caída del segundo trimestre si se mantuviera durante cuatro trimestres consecutivos, la cifra sería de 53.1 por ciento, según Jonathan Heath del Banco de México. Éste es el dato equivalente al 32.9 por ciento de Estados Unidos.
La contracción mexicana no es sólo producto de la pandemia. La economía estadounidense venía creciendo a buen paso antes del Covid. La nuestra acumula ya cinco trimestres de contracciones. A los daños de la pandemia, debemos sumar los causados por las políticas gubernamentales.
Pensar que este desplome económico histórico no llevará a un aumento de la pobreza y la pobreza extrema, sólo porque el Gobierno reparte dádivas mayores que en el pasado, es un sueño quizá hermoso, pero un sueño. Vamos a sufrir un aumento en la pobreza y en la pobreza extrema, a menos de que el Presidente decida borrar las mediciones “neoliberales” de la pobreza y empiece a medir sólo la felicidá.
PRISIÓN PREVENTIVA
Ayer a las 4 de la mañana los senadores del Gobierno votaron por endurecer las condiciones de la prisión preventiva. La ONU ha advertido que el abuso de esta medida, que castiga antes de juzgar, constituye una violación de la presunción de inocencia. En vez de liberalizar, sin embargo, el Senado la ha endurecido.
Twitter: @SergioSarmiento