México, 1 ago (EFE).- El exdirector de la petrolera estatal Pemex Emilio Lozoya salió este sábado del hospital de Ciudad de México al que ingresó hace dos semanas con anemia tras ser extraditado desde España acusado de corrupción, confirmaron a Efe fuentes de la Fiscalía General de la República.
El que fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, fue dado de alta de madrugada del Hospital Ángeles Pedregal, un centro médico privado ubicado en una zona acomodada del sur de la capital mexicana.
Al llegar a México el pasado 17 de julio, Lozoya fue trasladado directamente al hospital con anemia y síndrome de Barrett, una complicación en el esófago, en lugar de a la cárcel.
El exjefe de la endeudada Pemex compareció el martes y miércoles a través de videollamada desde el hospital en las audiencias de control sobre el caso Odebrecht y la compraventa irregular de una planta de fertilizantes, casos por los que fue extraditado.
Lozoya está acusado de haber recibido 10,5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de obras públicas en los estados de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz.
También está acusado de comprar la planta inservible de fertilizantes Agronitrogenados al director de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, a cambio de un soborno con el que se compró una lujosa casa en la capital.
Los jueces de control de ambas audiencias decidieron dejar a Lozoya en libertad condicional, con la prohibición de salir del país, la obligación de presentarse ante el Reclusorio Norte de la capital dos veces al mes y controlado con un brazalete electrónico.
Y es que la Fiscalía no pidió prisión preventiva puesto que llegó a un acuerdo para que el exdirector de Pemex, huido el año pasado y capturado en febrero en España, revele datos de la corrupción en el Gobierno de Peña Nieto (2012-2018) a cambio de un trato judicial amable.
Según se ha filtrado a la prensa, Lozoya tendría pruebas de que el mismo Peña Nieto y su secretario de Hacienda Lus Videgaray habrían repartido sobornos a diputados de la oposición para que aprobaran sus reformas legislativas.
El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, definió a Lozoya como «un testigo colaborador» y apoyó que reciba «ciertas consideraciones» a cambio de «conocer más» sobre la corrupción en la anterior administración.