México, 6 ago (EFE).- El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) informó este jueves que, de acuerdo con sus estimaciones, Gobierno y sociedad mexicana perdieron 62.975 millones de pesos (unos 2.800 millones de dólares) a causa de embarazos adolescentes.
El Informe sobre las consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes en México, presentado este jueves en una conferencia en línea, atestigua la problemática de los embarazos tempranos en México y sus alarmantes consecuencias en materia económica.
De cada 100 niñas de 15 años actualmente, más de 30 tendrán un hijo vivo antes de los 20 años, detalló el representante de UNFPA en México, Arie Hoekman, durante la presentación de este documento.
Cada día en México más de 1.000 niñas y adolescentes dan a luz.
El experto inició destacando que los jóvenes son el futuro de cualquier sociedad y que en la medida que obtengan desarrollo, el futuro será prospero para sociedad.
Es por esto que las cifras de embarazos en adolescentes son relevantes, pues, explicó, se ha comprobado que las consecuencias para las mujeres que se quedan encintas a temprana edad tendrán rezagos en sus logros educativos, por lo que accederán a trabajos más precarios y no aportarán a las arcas del estado lo mismo que una mujer que da a luz a una edad más avanzada.
De acuerdo con el informe, de las mujeres que tuvieron un hijo entre los 15 y los 20 años, un 6,7 % tiene educación terciaria (de nivel superior), mientras que el porcentaje asciende a 22,18 % en mujeres que dieron a luz después de los 20.
Asimismo, los ingresos anuales de las primeras son un 31 % menores que los de las segundas.
Durante la conferencia intervinieron también representantes de instituciones públicas y asociaciones civiles que hicieron hincapié en el valor del documento, ya que aglutina datos que permitirán al Gobierno ofrecer acciones políticas y también herramientas útiles para las ONG que trabajan con estos temas.
Así, comprendieron la importancia de las consecuencias económicas de los embarazos tempranos, pero también insistieron en la importancia de las consecuencias para las madres con relación a sus proyectos de vida y a sus sueños.
Maria Antonieta Alcalde, de la asociación Ipas México, habló de la importancia de la educación sexual y el acceso de los jóvenes a la salud sexual y reproductiva.
También recordó el alarmante debate del pin parental, una herramienta que permitiría a las familias decidir si su hijos reciben educación en materias sensibles como la sexualidad y la igualdad, que desata polémica en México y ya se aprobó en los estados de Puebla y Aguascalientes.
Por su parte, la titular de la Secretaría General del Consejo Nacional de Población, Gabriela Rodríguez, habló de la Estrategia Nacional de la Prevención del Embarazo Adolescente (ENAPEA), que se encuentra en una segunda fase después de haber arrancado hace cinco años.
También destacó que los servicios de salud sexual y reproductiva son considerados prioritarios y siguen abiertos y adaptándose a las circunstancias de la pandemia.