México.- Instituciones públicas, universidades y empresas de México anunciaron este jueves que han culminado el desarrollo de un ventilador para el tratamiento de la COVID-19 de bajo costo y fácil de producir en serie.
El ventilador automático VZS-20-2 ofrecerá una mayor seguridad a los pacientes dado que su diseño permite el uso intuitivo del mismo, dijeron en un comunicado las empresas, instituciones y universidades involucradas en el proyecto.
Una de sus bondades es el bajo costo (11.000 dólares) que tendrá comparado con ventiladores de alta gama existentes en el mercado que tienen precios de hasta 50.000 dólares, señalaron en un comunicado.
Confirmaron que los primeros 20 ventiladores serán comprados por la Fundación Carlos Slim, del multimillonario mexicano del mismo nombre, para donarlos a hospitales públicos en los estados de San Luis Potosí, Yucatán, Coahuila y Guerrero.
Explicaron que el proyecto comenzó el 29 de marzo con la convocatoria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición Salvador Zubirán para perfeccionar un prototipo de ventilador 100 % mexicano.
Un donativo del Grupo Coppel a GSE Biomédica permitió iniciar el desarrollo y al paso de las semanas se sumaron empresas de los Grupo Proeza y Femsa, las cuales apoyaron con la ingeniería del ventilador, explicaron en el comunicado.
«Este dispositivo requirió de muchas piezas especializadas y un proyecto de apoyo para su culminación exitosa» en el que participaron las empresas BioMedical, Proeza, FEMSA, Alfa, Solística, REPARE, Coppel, Lodi Automotriz, Lanix Med, Steris, Ternium Salud y Bocar.
Además del Tecnológico de Monterrey, la Universidad de Monterrey, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Los desarrolladores resaltaron la experiencia que el Instituto de Nutrición tenía con otras iniciativas de ventiladores y confirmaron que será esta institución pública la que tenga la propiedad intelectual y la patente del VSZ-20-2.
El objetivo de diseñar este ventilador fue solventar la falta de este tipo de aparatos que ha sido causada por la saturación hospitalaria en México a causa de la pandemia de la COVID, indicaron los desarrolladores.
El aparato funciona a base de pistón por lo que no depende de tomas eléctricas en los muros. «Es suficiente la conexión a un tanque de oxígeno», lo que permite usarlo en hospitales como en áreas preparadas para atender a pacientes del coronavirus SARS-CoV2.
«Se buscó la seguridad del paciente ante todo, cuenta con una gran cantidad de alarmas y procesamiento de los datos censados para un fiable monitoreo y diagnóstico de la progresión del afectado», resaltaron.
Este proyecto se ha sumado a la iniciativa «Juntos por la Salud», en donde el Gobierno mexicano y la iniciativa privada apoyan y cuidan a los profesionales de la salud con equipos de protección personal y equipamiento a los hospitales para enfrentar la pandemia.
Confirmaron que el Grupo Proeza, a través de su empresa Metalsa, será la que administre el proceso de solicitud de ventiladores, los cuales serán ensamblados en una de sus plantas situada en Apodaca, en el norteño estado mexicano de Nuevo León.