México, 14 ago (EFE).- La necesidad de mantener el distanciamiento social como una herramienta para evitar el contagio por coronavirus ha llevado al desarrollo de una pulsera inteligente que garantiza mantener la distancia de seguridad en lugares públicos.
«A mitad de la pandemia una de las principales soluciones era mantener la distancia social», ha dicho en conferencia virtual Carmelo García, cofundador de la empresa que ha creado la pulsera llamada Wardoo.
En medio de la pandemia, García, junto con otros cuatro jóvenes madrileños, quienes son ingenieros expertos en comunicación y desarrollo informático, decidieron aportar su grano de arena a la lucha contra la pandemia y crearon un dispositivo que ayudara a las personas a mantener la distancia social.
«Al final, no es solo una pulsera de distancia social, es una pulsera de conciencia social. Tenemos que aprender a vivir manteniendo la distancia y esta pulsera es como un recordatorio «, comenta García.
El artilugio en forma de pulsera ayuda a que la persona que la porta pueda ser alertada sobre la cercanía que mantiene con otros individuos y, en caso de ser menor a 1,5 metros, envía un sonido que ayuda a que la persona se percate de que esa distancia es peligrosa.
Andrés de Hoz, director comercial de Aspíliga, una empresa méxico-española que comercializará en el país latinoamericano este dispositivo inteligente, explica que esta pulsera cuenta con una aplicación de control con la que se podrá saber cuántos dispositivos hay en 3 niveles de distancia dentro de un mismo espacio.
«Lo que hace el dispositivo es que ayuda a recopilar de manera sencilla e intuitiva los datos de interacción del usuario con otras personas», asevera.
El dispositivo, expone García, es útil ya que si alguna de las personas que portaron la pulsera llega a dar positivo por COVID-19, el sistema permitirá alertar a quienes estuvieron en riesgo de contagio.
Esta pulsera ya está disponible en México y en otros países de Latinoamérica como Brasil.
Sin embargo, De Hoz asegura que su venta está dirigida a empresas, establecimientos deportivos y escuelas, ya que para los ciudadanos comunes no sería útil puesto que todas las personas deberían portar uno para que funcione.
Además, dice, se corre el riesgo de que la gente pudiera tener la falsa idea de protección y relajar las medidas de distanciamiento social, las cuales hasta ahora, son la manera más efectiva de evitar contagios por coronavirus.
México es el séptimo país con más casos confirmados y el tercero con más muertos por COVID-19, al llegar en la última jornada a 505.751 casos y 55.293 decesos.