México, 19 ago (EFE).- La epidemia de diabetes en México, que suma a más de 12 millones de mexicanos afectados, inspiró el documental «El Susto», que se estrenó este miércoles y aborda este grave problema de salud que se ha convertido en la primera causa de muerte en el país.
«La intención de estrenar la película en este momento en México fue dar un poco de contexto sobre las enfermedades que han hecho más grave la epidemia de la COVID-19», dijo en conferencia de prensa Karen Akins, directora del filme.
La directora, originaria de Texas (EE.UU.), recordó que México, donde cada año mueren unas 105.000 personas a causa de la diabetes, es una de las naciones más afectadas en el mundo debido al coronavirus SARS-CoV-2, y muchos de quienes han fallecido o se han complicado es porque son diabéticos o padecen obesidad.
Al respecto, el doctor Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), exaltó la asociación fatal que existe entre diabetes y el patógeno causante de la COVID-19, lo que ha elevado la cifra de muertes en el país.
DOS DÉCADAS CON EL PROBLEMA
Barquera explicó que hace 20 años el INSP hizo un análisis en el que empezó a ver un aumento en la mortalidad de diabetes y se detectó que una de las determinantes para que se detonará esta enfermedad tenía que ver con los alimentos.
«Encontramos una relación entre la modificación de la dieta tradicional de México, por el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, con el crecimiento de la diabetes en el país», afirmó.
Aseguró que el documental muestra cómo una de las principales problemáticas para aumentar el problema de la diabetes es el aumento en el consumo de bebidas azucaradas como, por ejemplo, los refrescos.
Al respecto, Gustavo Castro, defensor de derechos humanos y director de la asociación Otros Mundos en Chiapas, denunció cómo la empresa Coca-Cola «ha tratado de meterse en el ADN de la cultura indígena».
Indicó que la invasión de Coca-Cola en el estado sureño de Chiapas ha provocado incluso «rupturas de la cultura, lazos comunitarios y conflictos».
Puntualizó que pese a que el Estado mexicano concentra un tercio del agua de todo el país, las comunidades chiapanecas «no tienen agua».
«En cambio, se ha dejado a las empresa a llevarla a través de las tienditas, embotellada junto con los refrescos», relató.
Barquera dijo que la población merece conocer que las bebidas azucaradas causan obesidad, enfermedades crónicas y muertes, pues se estima que aportan entre el 10 % y 15 % de la ingesta calórica diaria.
Además, dijo que los daños vinculados a las bebidas azucaradas no se limitan únicamente a la salud de la población, sino que son integrales, pues también implican impactos para el medioambiente y la cultura alimentaria, que a la larga limitan también el desarrollo social y económico del país.
LA INDUSTRIA DE BEBIDAS RESPONDE
Tras el estreno del documental, la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) aseguró que es «engañoso el intento de infundir terror y miedo» a través del documental.
En un comunicado, acusó a Barquera de conflictos de interés al utilizar el lanzamiento del documental, «para hacer campañas de comunicación» contra el sustento económico de más de 5 millones de familias que viven de la industria.
Recordó que las bebidas saborizadas representan el 5,8 % de la dieta del mexicano, «y no del 10 % al 15 %» como afirmó Barquera.
Reiteró su compromiso con el bienestar y desarrollo social de las familias mexicanas y su disposición al diálogo. Además, el sector reconoció su parte de responsabilidad en la búsqueda de soluciones.
El documental fue estrenado en México este 19 de agosto, puede alquilarse por cinco dólares a través de la plataforma Vimeo y ha sido exhibido en Europa y Estados Unidos, además de aparecer en la selección de varios festivales de cine como el Global Health de Londres.