México, 19 ago (EFE).- La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) acusó este miércoles a la fiscalía del estado mexicano de Chiapas de fabricación de culpables en el caso del secuestro de un niño indígena ocurrido el 30 de junio pasado.
La fiscalía de Chiapas «fabricó culpables para ocultar las omisiones evidentes» en la búsqueda de Dylan Esau, el niño que fue sustraído de un mercado de San Cristóbal de las Casas mientras su madre atendía su puesto de venta, dijo la Redim en un comunicado.
Durante las investigaciones y la búsqueda del niño, la fiscalía de Chiapas allanó una casa de una familia en la que había 23 niños y detuvo a Adolfo Gómez y a tres mujeres, a los que señaló como presuntos miembros de una red de trata infantil.
Las averiguaciones previas del caso «muestran las inconsistencias y fabricación de culpables que realizó la fiscalía» y se puso en duda la autonomía del poder judicial estatal, que autorizó su prisión «aún con las evidentes violaciones a los derechos humanos».
Asimismo, la Redim denunció que ya «se ha convertido en una práctica frecuente» de las policías el acusar de posesión de drogas a las personas para justificar detenciones arbitrarias.
El director ejecutivo del Redim, Juan Martín Pérez García, dijo que estas omisiones de la fiscalía «están representando graves violaciones a los derechos humanos de esta familia» que por ser indígena pensaron que no tendrían posibilidades de defensa.
Pérez García responsabilizó al fiscal de Chiapas de la vida de los 23 niños retenidos y de las cuatro mujeres presas y los integrantes de la familia ya que «el uso criminal de las instituciones los coloca en riesgo inminente».
La Red demandó a la Fiscalía General de la República atraer el caso ante «el actuar mafioso de las autoridades de Chiapas» y confirmó que ha solicitado medidas cautelares de protección de la familia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El niño indígena Dylan Esau fue encontrado 45 días después de su desaparición en una comunidad indígena a unos 130 kilómetros de la ciudad en la que fue secuestrado, y fue detenida la mujer que lo tenía en sus manos.