México, 20 ago (EFE).- El exsecretario mexicano de Hacienda y de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, mano derecha del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), desmintió este jueves la acusación del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, quien lo vinculó con la trama de sobornos de Odebrecht.
«Las múltiples imputaciones que me hace Emilio Lozoya son falsas. Además, son absurdas, inconsistentes y temerarias», expresó en un comunicado Videgaray, alejado de la política desde que finalizó la presidencia de Peña Nieto.
El exsecretario respondió así a Lozoya, acusado de recibir 10,5 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht, quien implicó en la trama a Peña Nieto y a Videgaray mediante una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) filtrada a medios el miércoles.
«Las acusaciones de Lozoya son mentiras inventadas para intentar librar las consecuencias de sus propios actos. El único responsable de la grave situación legal que enfrentan él, su madre, su hermana y su esposa, se llama Emilio Lozoya», aseguró Videgaray.
Además, dijo que no le «sorprende» que Lozoya lo implique, dado que ambos mantuvieron «una mala relación» en el Gobierno «resultado de su mal manejo financiero de Pemex, de lo que él pretendía hacer con la reforma energética y de su conducta como servidor público».
El que fuera secretario de Hacienda (2012-2016) y de Relaciones Exteriores (2016-2018) dijo estar «listo» para atender ante el llamado de un juez para esclarecer «la verdad» y amagó con denunciar a Lozoya para defender su «honorabilidad».
En su denuncia, Lozoya detalla el reparto de sobornos de la constructora Odebrecht para la campaña electoral de Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a cambio de favores durante su gobierno (2012-2018), así como la compra de votos de legisladores del opositor Partido Acción Nacional (PAN).
Aunque Lozoya era quien repartía el dinero, asegura que actuaba bajo las órdenes directas de Peña Nieto y de Videgaray, quien antes de ser ministro dirigió la campaña electoral del candidato priista.
Hasta ahora, Peña Nieto no se ha pronunciado.
La denuncia, cuyo texto completo se filtró a medios el miércoles, ha provocado un terremoto político en México, dado que revelaría una red de corrupción que implica a las altas esferas del PRI y del PAN, los partidos que históricamente se repartieron el poder en México.
Además de Peña Nieto y Videgaray, señala a los expresidentes Felipe Calderón (2006-2012) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), y a los excandidatos presidenciales Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
También a varios legisladores que habrían recibido sobornos a cambio de aprobar la reforma energética de Peña Nieto, que liberalizó el sector, entre ellos los actuales gobernadores de Querétaro y de Tamaulipas, Francisco Domínguez y Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
El actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien ha pedido que la Fiscalía de toda la información sobre el caso, dio veracidad a esta revelación, que tachó de «escandalosa» y de «pesadilla».
En cambio, el expresidente Calderón denunció una «persecución política» orquestada por el actual mandatario, y el excandidato Ricardo Anaya presentó una denuncia en contra de Lozoya por «daño moral».