México, 22 ago (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, consideró este sábado que México sufrió el peor saqueo de su historia durante los gobiernos neoliberales de los últimos 36 años.
«Lo que sucedió en el periodo neoliberal no tiene precedente: es el saqueo más grande que se haya cometido en la historia de México», dijo López Obrador en un mensaje publicado este día en su cuenta oficial de la red YouTube.
López Obrador reafirmó que tal y como siempre lo ha dicho para él el neoliberalismo es un «neoporfirismo» en alusión a la dictadura del general Porfirio Díaz, que gobernó el país de 1880 a 1911 hasta que dejó el cargo tras la Revolución Maderista de 1910.
En su mensaje, el presidente López Obrador puntualizó que durante el neoliberalismo en México se privatizaron bienes públicos y que se apoderaron del gobierno, lo secuestraron para hacer negocios jugosos, negocios privados que fueron malos para la nación y muy buenos para un grupo.
López Obrador apuntó que los gobiernos neoliberales se extendieron en México desde 1983 hasta el 1 de diciembre de 2018, cuando el juró el cargo de presidente del país tras su victoria en los comicios de ese mismo año.
El presidente comentó en su alocución la declaración ministerial del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, acusado de corrupción por recibir dinero de la empresa brasileña Odebrecht y en la compra venta fraudulenta de una empresa de fertilizantes.
López Obrador destacó el caso de la planta de Etileno XXI que construyó Odebrecht, «empresa famosa porque entregaba sobornos» y con la que Pemex hizo un contrato que la obligaba a entregar gas con penalizaciones en caso de no hacerlo a tiempo.
Pemex le entregaba gas con descuento del 30 % del precio del mercado y además asumía los gastos de transporte lo que equivalía a otro 30 %, por lo que la empresa pagaba el suministro a un precio castigado en un 60 %.
Pemex pagó «de más» a Odebrecht alrededor de 5.000 millones de pesos (227,5 millones de dólares), comentó el presidente mexicano.
López Obrador dijo que con la denuncia de Lozoya «hay materia» para ir al fondo y demandó que se informe a todos los mexicanos cómo operaba el gobierno de corrupción, y que se recupere lo robado, porque «es mucho dinero y tenemos que recoger todo lo que se pueda».
El presidente dijo que este caso «es tan fuerte» que sus adversarios creyeron que se detendría con la publicación de los vídeos de su hermano recibiendo fondos para ayudar al movimiento que lo llevó a la presidencia.