México, 24 ago (EFE).- El Gobierno mexicano mantiene una estrategia de omisión ante violaciones de derechos humanos del pasado inmediato y los derechos de las víctimas a la memoria, verdad y justicia, denunciaron este lunes organizaciones sociales.
Al presentar el informe «Defender los DH en México», Acción Urgente para Defensores de Derechos Humanos A.C., el Comité Cerezo México y la Campaña Nacional contra la Desaparición Forzada destacaron que este discurso de omisión ocurre al mismo tiempo que se cometen graves violaciones en el país.
Las organizaciones reportaron que entre junio del 2019 y mayo del 2020, fechas de su informe entregado a los medios, en México se presentaron 107 «eventos» de violaciones de derechos humanos en contra de defensores de los mismos.
En este lapso de tiempo ocurrieron además 249 detenciones arbitrarias, nueve ejecuciones extrajudiciales y se registraron cuatro víctimas de desaparición forzada, indicaron las organizaciones.
Señalaron que una disminución del uso de estos mecanismos de represión todavía está muy lejos de lo que el pueblo necesita después de que en los dos Gobiernos anteriores se lanzó una guerra contra las organizaciones defensoras de los DD.HH.
«El discurso del perdón y de no voltear al pasado, aunque suena esperanzador, tampoco debe ser usado para impedir el derecho humano a la Justicia, a la Memoria, a la Verdad y a la Reparación Integral del daño de las víctimas», consideraron.
Las organizaciones registraron en su informe recientes sucesos de represión en los estados con Gobiernos de derecha, como en el central Guanajuato.
Pero también aseguraron que en lugares como la capital mexicana, gobernada por el oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), hay indicios de un previsible aumento de estas violaciones dentro de los próximos años.
Señalaron que, pese a un cambio positivo en general, con una disminución de violaciones de derechos humanos, la simulación y el silencio hacia los casos del pasado inmediato favorecen que se perpetúe la falta de justicia.
La impunidad es «esa sombra oscura que, como hemos insistido informe tras informe, es el caldo de cultivo que permite que las graves violaciones de derechos humanos documentadas sigan ocurriendo en contra de las personas defensoras de los mismos», concluyeron.