México, 25 ago (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, emprenderá el miércoles una gira por los estados de Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas, en el norte del país, donde tiene menos apoyo popular y cuyos gobernadores se oponen a su gestión sanitaria y económica de la pandemia.
Según informó la oficina presidencial, el mandatario, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ofrecerá el miércoles su conferencia de prensa matutina desde Torreón (Coahuila).
Posteriormente, presentará un proyecto de agua e inaugurará un centro comercial en Gómez Palacio (Durango) y visitará el Centro Regional de Identificación Humana de Saltillo, capital de Coahuila.
El jueves, ofrecerá su rueda de prensa desde Monterrey, capital de Nuevo León, visitará la refinería Cadereyeta de ese estado y presentará un programa de mejoramiento urbano en Matamoros (Tamaulipas), ciudad fronteriza con Estados Unidos.
El último día de la gira será el viernes, cuando ofrecerá su conferencia matutina y presentará otro programa de mejoramiento urbano en la ciudad de Reynosa (Tamaulipas), también fronteriza.
El norte de México es la región donde menos apoyos electorales suele recabar la izquierda mexicana, además de que los gobernadores de los cuatro estados que visitará López Obrador son de la oposición.
Estos cuatro, junto con los mandatarios de Jalisco, Chihuahua, y Michoacán, que formaron la llamada Alianza Federalista, han levantado la voz contra la gestión del Gobierno federal de la pandemia de COVID-19, que acumula 563.705 contagios confirmados y 60.800 defunciones.
Se oponen al semáforo epidemiológico diseñado por el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, que cada 15 días establece el grado de confinamiento en cada estado mediante cuatro colores (rojo, naranja, amarillo y verde).
Además, estos estados, más industrializados que el sur del país, donde López Obrador es enormemente popular, también han criticado la gestión económica tras el desplome histórico del PIB del 18,9 % en el segundo trimestre.
En ese sentido, han reclamado en numerosas ocasiones revisar el pacto fiscal, el mecanismo de reparto de recursos del Gobierno federal a los estados, a fin de conservar más dinero para afrontar la pandemia.
Para calmar las aguas el presidente se reunió el miércoles pasado en San Luis Potosí con representantes de los 32 estados del país y se comprometió a pagar «puntualmente» lo que debe la Federación a los estados y a «analizar» el pacto fiscal.
Aunque este lunes rebajó las espectativas en conferencia de prensa en la que se escudó en que la fórmula de reparto utilizada es la vigente desde hace una década y que para cambiarla se necesita el consenso de los 32 estados.
En esa reunión cobró especial protagonismo Francisco Javier Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, estado que visitará el presidente, puesto que estalló acusando al Gobierno federal de darle «bofetadas» al investigarlo por presunto lavado de dinero del narcotráfico.
Cabeza de Vaca ha sido señalado también por el exdirector de Pemex Emilio Lozoya por haber recibido presuntamente sobornos del Gobierno de Enrique Peña Nieto (Partido Revolucionario Institucional, PRI) junto a otros legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) en 2013 a cambio de aprobar la reforma energética.