Aguascalientes.- La aplicación de la prueba Covid-19 en el IMSS es todo un calvario, la espera en promedio es de 3 horas y en ese inter crece la demanda del servicio por parte de pacientes sospechosos.
Durante la espera unos se quejan, otros lloran, otros manifiestan dificultades para respirar, mientras que otros se aguantan todos sus malestares en espera de la prueba.
HIDROCÁLIDO constató el tormento que viven los pacientes sospechosos de Covid-19; todo inicia en el primer filtro del módulo de la entrada al área de valoración de este tipo de pacientes en el Hospital General de Zona Número 1 del IMSS.
Ahí el procedimiento es sencillo, únicamente se solicita el nombre, el número de seguridad social, el motivo por el que se acude y posterior a ello se da ingreso a las instalaciones. Luego hay que hacer fila para un chequeo general de toma de temperatura y presión, la espera es larga. Después del primer chequeo, hay que esperar de nuevo para un test de síntomas en el que se determina si se es o no candidato a la prueba. “Tos, fiebre, dolor de articulaciones, malestar general del cuerpo, irritación de ojos o conjuntivitis, dolor de pecho, dificultad para respirar, dolor de cabeza, diarrea”, son algunos de los síntomas sobre los cuales se cuestiona al paciente, si se tienen más de 6, se es candidato a la aplicación de la prueba.
Si se es candidato, entonces hay que hacer otra fila para la prueba, pero antes de eso se aplica otro cuestionario para corroborar los mismos datos que se anotaron manualmente en el test y capturarlos en el sistema de cómputo. Mientras transcurre todo ese proceso el malestar de los pacientes aumenta, combinado con el fastidio y el pánico que ocasiona el ver el ingreso de pacientes con tanque de oxígeno en la burbuja Covid-19 siguiendo todo el protocolo que amerita la emergencia, pero al ingresar al modulo y pasarlos a una camilla, ahí los dejan por horas.
De repente una doctora de paso, al escuchar los quejidos se acerca y le pregunta al paciente si le trasladaron con oxígeno, la respuesta es afirmativa, por lo que le toma la presión y temperatura y tras ello el paciente nuevamente se queda solo, entre sus quejidos, en espera de que le asignen un mejor lugar. Mientras la fila para la aplicación de la aprueba sigue creciendo y no avanza.
Por fin comienza a avanzar la fila de las pruebas, han pasado más de dos horas, los pacientes son llamados uno a uno al módulo del rincón donde se encuentra una pared con una ventana transparente acrílica, de la cual salen dos enormes guantes de látex, los cuales son los ocupados por las manos y brazos del laboratorista que se encuentra del otro lado de la ventana y toma el kit esterilizado que contiene el largo y delgado hisopo que será introducido a las fosas nasales así como el abatelenguas que servirá para la abertura de la garganta y la toma de la muestra de saliva. El procedimiento de aplicación de la prueba es rápido, a lo mucho dos minutos, y concluye con la sanitización de las manos del paciente tras colocar su prueba en la ventanilla de laboratorio.
Por fin concluye todo el proceso, pero para ello ya transcurrieron cerca de 3 horas, sin embargo ahí no termina la espera, queda pendiente la entrega de los resultados vía telefónica según el compromiso del personal de la institución, aunque no se indica el tiempo que para ello transcurrirá.