México, 2 sep (EFE).- El Gobierno de México prevé en 2020 un nuevo récord de homicidios dolosos registrados, con una proyección de 40.863 asesinatos pese a la reducción de la movilidad ocasionada por la pandemia de la COVID-19.
Esa es la cifra que aparece en el informe de Gobierno del segundo año de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, superior al récord reportado en 2019, cuando hubo 37.315 homicidios dolosos según el mismo documento.
Estos datos corresponden al «número de agresiones registradas por su presunción (homicidio) en el certificado de defunción», y difieren de los datos elaborados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SENSP) de 2019, que recogían 34.608 homicidios y 1.012 feminicidios durante el año pasado.
El propio SENSP reconoce también una tendencia al alza en los asesinatos durante 2020: de enero a julio sus registros recogieron 20.494 homicidios frente a los 20.176 de 2019.
López Obrador, tras la polémica generada por una proyección de récord en su segundo año de mandato, reconoció este miércoles que el talón de aquiles de su administración en materia de seguridad están siendo los homicidios y la extorsión.
«Hemos avanzado en detener el crecimiento de la incidencia delictiva en casi todos los delitos, menos en dos: en extorsión y homicidios dolosos», concedió.
El mandatario mexicano atribuyó «del orden del 75 % de todos los homicidios del país» al crimen organizado, en un momento en el que hay al menos 10 bandas pugnando por los diferentes territorios del país.
«¿Por qué nos ha costado reducir el número de homicidios? Porque tiene que ver mucho con la delincuencia organizada y constantemente hay confrontación, enfrentamientos entre grupos. Eso nos aumenta el número de homicidios», indicó.
López Obrador recordó que su Gobierno heredó la existencia de «grupos con estructuras», aunque aseveró que eso no es «ningún tipo de justificación».
El pasado mes de julio, las autoridades detuvieron en Guanajuato, el estado con mayor número de homicidios, al líder del Cartel Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, conocido como El Marro.
Esa detención, como reconoció el presidente este miércoles, no acabó con la violencia en el estado y «sigue habiendo problemas».
En julio, mes del arresto de El Marro, hubo un alza de los asesinatos a nivel federal, con 2.980 casos, un dato pese al que López Obrador se mantiene optimista.
«Tengo confianza de que vamos a serenar al país, se va a disminuir la incidencia delictiva, porque ya no hay contubernio. No hay asociación delictuosa entre la delincuencia organizada y las autoridades. Está bien pintada la raya», mantuvo.