Hoy martes 8 de septiembre muchos analistas comienzan la cuenta atrás de cara a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, que se celebrarán en martes, el 3 de noviembre próximo, para que con su extraño sistema de delegados electorales los estadounidenses decidan si avalan a Donald Trump para un segundo período, lo que a estas alturas parece improbable, o si ordenan su relevo en la cabeza del candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, hasta ahora favorito en todas las encuestas.
Mucho se juegan los estadounidenses en esta elección, en la que los dos únicos protagonistas son Trump y Biden, a pesar de que en el proceso concursan el Partido Laboral (Libertario), el Partido Verde y casi una veintena de candidatos independientes, entre los que llaman la atención el rapero Kanye West y el empresario californiano de origen mexicano Roque de la Fuente, aunque todos ellos participantes testimoniales en un sistema político donde el bipartidismo está más que arraigado.
El asunto importa en cuanto a que la Unión Americana sigue siendo la primera potencia mundial económica y militar, obviamente, aunque en México el interés se hace superior en cuanto a la frontera compartida, la relación bilateral, la condición de socios comerciales entre nuestros países y la presencia de millones de ciudadanos de origen mexicano y también esos millones de paisanos que residen y trabajan allá en condición de indocumentados.
Se sabe que la campaña del presidente Trump subirá de tono y que en su afán de recortar ventajas volverá a agitar a sus votantes blancos con sus temas preferidos y con ataques a las minorías, tal el caso de nuestro paisanos, además de que en las siguientes semanas volveremos a escuchar la cantaleta de la necesidad de terminar el muro divisorio y que su construcción sea a cargo de nuestro país, tal vez gravando las remesas de nuestros connacionales como sugirió hace días, justo esas remesas que siguen creciendo y que nos acabamos de enterar que nuestro mandatario presume como un logro der su Administración, una afirmación que ni siquiera merece comentarios.
Ante la nueva embestida que se viene en las siguientes siete semanas, hoy aparecerá el libro ‘Disloyal. A memoir’ (Deslealtad: Una memoria), del ex-abogado personal de Trump, Michael Cohen, cuyo contenido fue adelantado parcialmente por el Washington Post, quien reproduce al ex-colaborador que asegura que antes de las elecciones pasadas el magnate dijo de los latinos que ‘como los afroamericanos son tan estúpidos como para votar por mí’, lo que no hace sino confirmar el desprecio que nos tiene, que en su día fue censurado por nuestro hoy presidente, quien como sea acaba de decir que seguirá en silencio ante los ataques de Trump a nuestro país y nuestra gente, por pura prudencia.
No podemos adelantar vísperas sobre los resultados finales de esa elección, aunque desafortunadamente nuestro mandatario jugó sus dados a favor de Trump, acudió a su llamado a Washington para ser usado como instrumento electoral y causó las iras de los demócratas, que de confirmarse las encuestas no sólo reocuparán la Casa Blanca, sino que seguramente lograrán la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, lo que no augura una relación tersa con el Gobierno de López Obrador.