Manila, 9 sep (EFE).- Rusia quiere asociarse con Filipinas para la producción masiva de su vacuna Sputnik, la primera en el mundo que se registró como posible remedio contra la COVID-19, afirmó este miércoles el embajador ruso en Manila, Igor Khovaev.
«Estamos preparados para compartir nuestra tecnología. Queremos cultivar una asociación a largo plazo que será beneficiosa para ambos países», señaló el embajador Khovaev en un foro virtual organizado por la Asamblea Empresarial Filipino-Rusa.
«Nuestro objetivo final es producir la vacuna rusa aquí en Filipinas», agregó.
La candidata rusa a la vacuna contra el coronavirus, Sputnik V, ha mostrado resultados alentadores en dos ensayos a pequeña escala, según publicó la semana pasada la prestigiosa revista médica británica The Lancet.
La vacuna, desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya, en coordinación con el Ministerio de Defensa de Rusia, es «segura, bien tolerada y no causa efectos adversos graves en voluntarios adultos sanos», indicó The Lancet.
«Esta publicación es un testimonio de la seguridad de la vacuna. La vacuna rusa es 100 % segura y efectiva», aseveró Khovaev.
La vacuna, que lleva el nombre del primer satélite mundial lanzado por la Unión Soviética en 1957, aún debe someterse a pruebas a gran escala, en lo que sería la fase 3 del ensayo clínico, para evaluar su seguridad y eficacia.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, anunció en agosto que estaba negociando con su homólogo ruso, Vladimir Putin, la posibilidad de realizar los ensayos clínicos de la fase 3 en Filipinas y estableció octubre como la previsible fecha de inicio.
Para reafirmar su confianza en la vacuna rusa, Duterte incluso se comprometió a ser el primer filipino en inocularse la vacuna públicamente y agradeció a Putin este «gran aporte a la humanidad».
«Estamos preparados para lanzar el ensayo clínico lo antes posible», apuntó hoy el embajador ruso, quien señaló que el Departamento de Ciencia y Tecnología de Filipinas se ha comprometido a brindar 1.000 participantes filipinos para la aplicación experimental de la vacuna, aunque de momento está verificando los resultados de las fases 1 y 2 del ensayo ruso.
Filipinas es el principal foco de COVID-19 en el Sudeste Asiático, con 245.143 contagios y casi 4.000 muertes, a pesar de haber impuesto una de la cuarentenas más largas y estrictas del mundo, sobre todo en Manila.