Actualmente la sociedad camina a pasos agigantados, cada vez nos llenamos de actividades, compromisos, retos y metas por cumplir; el ser humano necesita sentirse en movimiento, cada vez más busca el reconocimiento y el éxito instantáneo, por lo tanto no hay cabida para el fracaso, frustración o pérdidas.
Ante este panorama, cada día son más las personas que sufren trastornos de ansiedad y depresión. Lamentablemente aún no se habla muy fácilmente de estos padecimientos, sin embargo son más comunes de lo que parece, las personas sufren y les da miedo o no saben cómo pedir ayuda, muchas veces creen que son síntomas pasajeros.
“Me gustaría que la gente entendiera que la ansiedad es una enfermedad como cualquier otra, sí, es una enfermedad mental pero con tratamientos y sin prejuicios se puede salir adelante, la gente no entiende y minimiza los malestares”, comenta Marina, quien desde hace un par de años le daba miedo hacer amigos y se aislaba, le daba pánico socializar y esa lucha la ponía triste algunas veces, mientras que otras se esforzaba por ser la mejor de la clase, cuando no lo conseguía se ponía nerviosa y sumamente triste. Le llegaron a llamar rara o que sólo quería llamar la atención. Sus padres preocupados la llevaron al médico y después de varios estudios, le diagnosticaron ansiedad, desde entonces vive con ella. “La ansiedad a veces es mi amiga y otras veces mi enemiga, estoy aprendiendo a vivir con esto”. Marina, estudiante universitaria.
Marcos nos habló de su enfermedad, es un joven amable, emprendedor con muchas ideas frescas, si por él fuera cada semana lanzaba un negocio nuevo, nadie pudiera imaginar que padece episodios depresivos, ahora con la pandemia provocada por el coronavirus, (Covid-19), la depresión se ha manifestado de forma más recurrente, han sido semanas completas en las que no tiene ánimos de nada, tiene miedo, la tristeza lo apaga. “Me siento atrapado, sé que estoy deprimido, pero la pandemia no me deja salir de esta crisis”, comenta ansioso mientras se le rosan los ojos.
El caso de Ana María es un tanto particular, ya que ella tenía cuadros de ansiedad antes de quedar embarazada, durante el embarazo se agudizó su angustia y preocupación, antes tomaba medicamentos, pero los suspendió por su estado. El bebé nació en febrero, en vísperas de entrar al confinamiento por la pandemia, esta situación se agravó con la depresión post parto. Nos comenta que a estas alturas ha sentido que más de 100 veces ha tenido Covid, (nunca ha sido positiva), creció su desesperación, ansiedad, nervios, estrés, se sentía sofocada y no podía respirar. Su esposo, conociendo que ya padecía una enfermedad mental ha tratado de tranquilizarla, ha retomado las terapias psicológicas y un doctor particular le ha suministrado algún medicamento, no ha sido necesario acudir al psiquiatra, pero comenta que ha sido sumamente difícil el saber que “si ya tengo ansiedad, después la depresión y encima vivir con el miedo de contagiarme, el coronavirus me ha hecho sentir mis malestares en toda su extensión”, así termina Ana María con tono acelerado y con ganas de salir corriendo de la sala donde fue entrevistada.
Finalmente tuvimos la oportunidad de conocer el caso de Alejandra, quien es maestra jubilada y muy amable quiso compartir su caso. Ella se consideraba una mujer muy sana. Derivado de la pandemia, le tocó cuidar a sus padres ya muy mayores, los primeros días se sentía tranquila, les atendía, poco a poco fue sintiendo mucho miedo, nervios al grado de no querer salir de casa, tenía pánico, “hubo un momento en que no me acordaba cómo manejar, me daba miedo hasta ver el coche, cerré puertas de todo, me quedé en mi recamara, me daba temor salir”, fue el médico quien acudió a su casa y le diagnosticó ansiedad, actualmente se está tratando con un psiquiatra.
LOS DATOS
A nivel mundial, según datos de la OMS, se calcula que el 40% de la población ha padecido problemas de ansiedad, entendiendo esta situación como ese medio anticipatorio ante situaciones que no son amenazantes y que no ponen en peligro la integridad de la persona. Y el segundo padecimiento es la depresión, que a nivel mundial representa la primera causa de ausentismo laboral.
En México, de acuerdo a esta misma organización, uno de cada cuatro mexicanos entre 18 y 65 años de edad ha padecido algún trastorno mental y sólo uno de cada cuatro pide ayuda.
Según los datos más recientes por el INEGI, se reportó que el 67.4% de los mexicanos tiene sentimientos de depresión algunas veces al año, 9.7% diario, 11.5% semanalmente y 11.5% cada mes.
Una encuesta realizada por el INEGI con datos del 2017, arrojó también que los adultos mayores de 65 años son los que más han sentido depresión, le siguen las personas de 50 a 64 años (40.3%), de 30 a 49 años (34.3%), de 15 a 29 años (25.8%) y de 7 a 14 años (14.6%).
Mientras que por sexo, son las mujeres quienes han tenido mayores sentimientos de depresión con el 37.8 por ciento, mientras que los hombres sólo el 26.8 por ciento.
Sobre el porcentaje de los integrantes del hogar de 7 años y más que han sentido depresión y consumen antidepresivos, el INEGI destacó que el 5.8% de las mujeres han tomado algún medicamento para atender esta enfermedad y el 3.6% de los hombres.
Por su parte el Ayuntamiento de Aguascalientes el pasado 21 de junio del 2020, implementó un programa de apoyo durante la contingencia sanitaria para ayudar a quienes estuvieran pasando por algún cuadro de depresión, ansiedad, tristeza o cualquier otro problema emocional, por lo que se reforzó el servicio de la línea de apoyo psicológico “Latiendo por Ti” que está disponible de lunes a domingo en un horario de 08:00 a 22:30 horas, en el teléfono 449-286-84-83 ya sea mediante llamada o a través de WhatsApp. También se puede solicitar este servicio a través del número 449-994-66-00 de la Policía Municipal y del 072.