Miami, 18 sep (EFE News).- «Para mí es más que un sueño hecho realidad». Así calificó la cantante brasileña Anitta su nuevo sencillo «Me gusta», un tema que con un lenguaje muy explícito y una música que fusiona el reguetón con su hermano funk carioca y el pagode la une a Cardi B. y Myke Towers.
«Tenía muchísimas ganas de trabajar con Cardi B. y jamás pensé que se fuera a dar con esta canción, pero al mismo tiempo resultó un proyecto perfecto», dijo en una entrevista con Efe la estrella brasileña.
«Yo escribí esta canción hace dos años y Myke y yo grabamos el video hace como un año», relató Anitta.
El proyecto parecía haber muerto, hasta que su mánager le hizo escuchar la canción con la participación de Cardi B. Ese recuerdo todavía trae destellos de emoción a sus ojos.
«Fue como el destino, porque cuando nos encontramos en el estudio resultó todo lo que pensaba. Cardi es mi otro yo en inglés y en español. A menudo le digo a mis fans que no entienden portugués, que ella y yo a menudo hacemos lives (transmisiones en vivo en Instagram) en los que por casualidad decimos las mismas cosas. Es una locura», reveló la artista.
Uno de los hilos conductores que las unen es, según Anitta, su «obsesión» con normalizar comportamientos en mujeres que son aplaudidos cuando los protagonizan los hombres.
En «Me gusta», Anitta y la estadounidense de ascendencia dominicana cantan sobre la atracción y las relaciones sexuales lésbicas. El puertorriqueño Myke Towers, por su parte, es el hombre que ve a su pareja divertirse con sus amigas.
«Yo no canto nada que no haga yo misma. Yo soy abiertamente bisexual y nunca he querido hacer un espectáculo con eso. Puedo estar con un hombre, una mujer, con dos, con tres, con cinco, con seis. ¡Fiesta! Defiendo esa libertad», subrayó la artista de 27 años.
«Eso es lo que nos unió en esta canción. Seguir empujando por normalizar y que se respeten las distintas elecciones de la gente», explicó la estrella, que en las últimas semanas ha usado sus redes para criticar las decisiones del Gobierno brasileño en cuanto a la protección del medioambiente.
Ya antes lo había hecho para defender a la comunidad LGBTQ y hablar de política: «Trump y Bolsonaro tienen que ir para afuera», expresó en esta ocasión.
UN VÍDEO EDUCADO Y LLENO DE SÍMBOLOS
Para el video, Anitta escogió grabar en el vecindario de Pelourihno, una zona histórica de la ciudad de Salvador, en el noreste de Brasil, donde se vendían los esclavos que llegaban de África.
«Trabajé con historiadores y expertos en la historia y la cultura afrobrasileña, porque quería poner la luz sobre la historia y sobre la contribución de ellos, pero quería hacerlo bien», detalló.
Las imágenes muestran a una Anitta con tres impactantes atuendos, entre los que se destaca un vestido de flecos con la bandera del arcoiris que representa el orgullo LGBTQ. La artista se suma a la percusión del pagode, un subgénero del samba, originado en Río de Janeiro.
«Con el lugar, la ropa y la música quise unir el mundo hispano y brasileño de Latinoamérica para mandar este mensaje que es tan importante para mí», dijo la artista.
Gracias a la magia de la tecnología, pareciera que Cardi B. estuvo allí con ellos, pero su imagen fue añadida posteriormente. La artista neoyorquina escogió un traje de color violeta que representa la lucha feminista.
Y EL «SPANGLISH» EN TODO SU ESPLENDOR
Si bien Brasil está presente en la música y en los escenarios del video, los tres artistas cantan sus partes en una rápida mezcla de inglés y español.
Por instantes, en la misma oración, usan palabras de los dos idiomas, como suelen hablar los habitantes de las áreas más latinas de Estados Unidos.
«Todo eso está hecho a propósito. Estamos simbolizando la velocidad de la mente femenina, el mestizaje del mundo», destacó.
Para Anitta, «los que se queden en criticar el lenguaje o la sexualidad que defendemos solo demostrarán que no han entendido nada».