México.- La Ciudad de México recordó este sábado a las víctimas de los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 con misas en sitios afectados y el simbólico homenaje de izar la bandera a media asta en el Zócalo
Las conmemoraciones se pusieron en marcha a las 07.19 hora local , la hora del devastador terremoto de 1985, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador, encabezó el acto de izar la bandera en el Zócalo, justo frente a Palacio Nacional.
Con la bandera monumental a media asta y un minuto de silencio, en un acto ya tradicional de esta jornada, se recordó a los más de 20.000 víctimas que dejó el terremoto del 19 de septiembre de 1985 en la capital mexicana.
A las 13.14 hora local, la hora del destructivo terremoto de 19 de septiembre de 2017 que dejó 471 muertos, se desarrollaban decenas de misas religiosas en diversas construcciones que resultaron afectadas.
Los conjuntos residenciales de Tlatelolco y de Tlalpan, fueron de los más lugares más emblemáticos de la destrucción por los sismos de 1985 y 2011, y este día de las conmemoraciones.
Diversos grupos afectados en 2017 tienen previsto una marcha con destino al Zócalo de la Ciudad de México, donde se presentará un informe de los programas de reconstrucción.
LÓPEZ OBRADOR RECUERDA A LAS VÍCTIMAS.
En una visita de fin de semana a los estados de Tlaxcala, Puebla y Morelos, López Obrador recordó a las víctimas de ambos sismos y expresó su compromiso de terminar las obras de reconstrucción en los estados que fueron afectados.
El presidente confirmó que evaluará los trabajos de reconstrucción que se han continuado desde su llegada a la presidencia del país en diciembre de 2018.
«Esto es la reconstrucción de escuelas que quedaron dañadas, de centros de salud, de templos que son patrimonio de todos los mexicanos, patrimonio de la nación, en fin, de las obras que sufrieron daños con el sismo», declaró.
Asimismo, aseguró que serán revisados los programas de vivienda porque «mucha gente, por el sismo, perdió sus casas».
Los terremotos de septiembre de 2017 dejaron 471 muertos y numerosos daños en viviendas y escuelas del centro y sur de México, siendo la mayor tragedia natural desde el trágico sismo de 1985 en Ciudad de México, que dejó alrededor de 20.000 muertos.