San Sebastián (España), 24 sep (EFE).- Cándido Ibar, padre del preso de origen español Pablo Ibar, a quien le fue conmutada la pena de muerte pero sigue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por tres asesinatos, afirmó este jueves en la ciudad española de San Sebastián que la familia «seguirá luchando» para demostrar la inocencia de su hijo.
Ibar compareció en San Sebastián junto con el presidente de la asociación «Pablo Ibar, juicio justo», Andrés Krakenberger, y al director Olmo Figueredo, autor de la serie «El estado contra Pablo Ibar», que se presenta en el Festival de Cine de San Sebastián.
Relató que su hijo se encuentra actualmente «muy asustado» por la posibilidad de contraer la covid-19 en la prisión de Okeechobee (Florida), aunque imagina que «estará bien» porque la familia no recibió noticias de su estado.
Cándido Ibar, expelotari guipuzcoano emigrado a Estados Unidos y hermano del boxeador José Manuel Ibar «Urtain», calificó de «golpe muy fuerte» la sentencia inculpatoria dictada el pasado año en el juicio que ordenó repetir el Tribunal Supremo de Florida, pese a lo que indicó que la familia «se tiene que levantar y tiene que seguir luchando» para demostrar la inocencia de su hijo.
En este segundo juicio, celebrado tras serle anulada la pena de muerte, el jurado volvió a encontrar a Ibar culpable del asesinato de Casimir Sucharski, Sharon Anderson y Marie Rogers en 1994, y lo condenó a cadena perpetua.
Por su parte, Andrés Krakenberger informó de que Pablo Ibar debe designar un nuevo abogado para presentar una moción contra la sentencia ante el Tribunal de Apelaciones del cuarto distrito de Florida, y en el caso de que no revoque el fallo, buscarán solicitar que se declare el juicio «nulo» por las «irregularidades» en las que, en su opinión, se incurrió.
Según indicó, el «armamento apelatorio» que tiene la defensa de Ibar es «potente», ya que en el juicio no se aportaron nuevas pruebas, sino que se le condenó con las ya existentes, que fueron calificadas de «escasas» y «débiles» por el Tribunal Supremo de Florida, que en 2016 anuló la pena de muerte y ordenó repetir el juicio.
Krakenberger explicó que el documental «muestra muy claramente las irregularidades» y también el sufrimiento de las víctimas, que «tienen todo el derecho a justicia». «Pero el derecho a justicia implica condenar a la persona que cometió los hechos y las dudas respecto a que Pablo cometiera esos hechos son manifiestas y se ven en el documental», añadió.
Aunque en un principio Krakenberger se implicó en esta causa para sacar a Ibar del corredor de la muerte, independientemente de si era culpable o no, ahora entiende que es evidente que no tuvo un juicio justo, por lo que entiende que debe continuar su lucha «hasta que sea sometido a un proceso sin irregularidades».
«Se llevaron justicia con minúscula y mal escrita, buscamos justicia con mayúsculas, que se atenga a los hechos. Esa declaración de culpabilidad no se atiene a los hechos, se basa en las mismas pruebas que el Tribunal Superior de Florida dijo que eran escasas y débiles», zanjó.