México, 25 sep (EFE).- La pandemia superó las 75.000 muertes en México, el cuarto país con más decesos por COVID-19 en el mundo, entre el escepticismo de especialistas y el optimismo del Gobierno, que sostiene que el brote lleva casi ocho semanas de descenso.
Tras siete meses del primer caso, México tiene una tasa de positividad del 37 % con siete pruebas diarias por cada 100.000 habitantes, por lo que «no hay certeza de que la pandemia en efecto disminuye», explicó a Efe Samuel González, experto en salud pública del grupo México Responde COVID-19.
«México tomó unos primeros pasos correctos, se ganó tiempo para cierta preparación, pero el persistir en realizar tan pocas pruebas y tan poco seguimiento de casos sí presenta ahora una situación donde el número de fallecimientos ha rebasado cualquiera de las estimaciones», detalló el médico.
El Gobierno estimaba que el «escenario catastrófico» implicaría 60.000 muertos por COVID-19, pero ahora México es el séptimo país con más contagios, más de 715.000, y la enfermedad se ha convertido en la cuarta causa de muerte.
LUZ VERDE PARA REAPERTURA
Con este panorama, la Secretaría de Salud (SSa) prevé que dentro de las próximas semanas la mitad de los 32 estados del país marquen verde en el semáforo epidemiológico, un nivel de riesgo bajo que permitiría mayor reapertura económica y el regreso presencial a clases, que son a distancia desde marzo.
«Algunas entidades ya tienen muy baja transmisión, pero en todas y cada una de ellas tenemos que mantener de manera muy ordenada el proceso de desconfinamiento», afirmó el jueves Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Pero con «poca información» y «poca certeza» la sugerencia de reactivar las escuelas es «riesgosa», advirtió González, quien también es egresado de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
«Que el Gobierno de México, teniendo ya a la vuelta el inicio de la temporada de influenza, esté considerando la posibilidad de abrir las escuelas, de regresar a clases presenciales, me parece un riesgo muy alto de que se presenten nuevos brotes y un nuevo incremento exponencial», apuntó.
LA APUESTA POR LA VACUNA
El Gobierno ha prometido un acceso rápido a la vacuna de COVID-19 en México, que esta semana formalizó su ingreso a Covax, la plataforma de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que consiste en el primer contrato vinculante para obtener el antídoto.
«Porque está cediendo la pandemia y porque ya tenemos la vacuna muy cerca, no quiere decir que tengamos que aflojar el paso, pero la emergencia que nos convocó en marzo ya no es la misma hoy», aseveró el canciller Marcelo Ebrard.
En México también habrá ensayos clínicos de la fase 3 de vacunas de Estados Unidos, Rusia, Alemania, China, Francia e Italia.
Además, México y Argentina participan en el acuerdo de la Universidad de Oxford y AstraZeneca para producir su vacuna para el resto de Latinoamérica una vez que superen la última etapa del ensayo clínico.
Pero la especialista Carolina Gómez, de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, cuestionó que el Gobierno apueste a la vacuna como principal control de la enfermedad.
«No sé con qué dinero la vamos a comprar porque lo que se presentó a la Cámara de Diputados como proyecto de egresos no incluye el costo de la vacuna y es una cantidad muy importante, ni siquiera hay una mención de los recursos destinados a la pandemia», señaló en entrevista.
UNA NUEVA OLA
Los expertos consultados enfatizaron que México aún no está en una segunda ola de la pandemia, como en Europa, aunque podrían repuntar los casos por la reapertura económica, el retorno a clases y la temporada de influenza que inicia en octubre.
«Aquí lo que está ocurriendo es que seguimos en una línea ascendente desde febrero, el número de contagios sigue activo en todo el país, no nada más en algunas entidades, y me parece que vamos a entrar en una crisis estacional», recalcó Gómez.
Ante esta posibilidad, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) urgió al Gobierno a mejorar su gestión de la pandemia, al estimar que el PIB se contraería un 2 % en 2021, si llega una segunda ola de la enfermedad.
«Si viene una segunda ola, no podemos parar la economía, México no va a aguantar», expresó Raúl Picard, uno de los vicepresidentes de Concamin.