México.- La pandemia por coronavirus ha influido de manera «decisiva» en el control de enfermedades como la hipertensión, pues el confinamiento ha llevado a la suspensión de actividades físicas y esto ha ocasionado un aumento de peso en la población en México, alertó este lunes un especialista.
Abel Alberto Pavía, médico cardiólogo clínico e investigador, aseguró que esta situación puede ser reversible, ya que con un plan para controlar el peso y con los medicamentos adecuados, las personas pueden disminuir los riesgos que conllevan las enfermedades crónicas mal controladas.
«El impacto social de enfermedades crónicas es muy grande y por eso debemos enfocarnos en prevenirlas», expresó el experto durante una conferencia de prensa virtual.
El especialista señaló que la población mexicana es la segunda a nivel mundial con mayor riesgo de eventos cardiovasculares.
Entre ellos están el infarto al miocardio y el infarto cerebral isquémico, debido principalmente al perfil epidemiológico que existe en México.
Recordó que actualmente el 43 % de los mexicanos padecen hipercolesterolemia (colesterol elevado), mientras que la hipertensión afecta a un 36,6 %, la obesidad al 24 % y la diabetes mellitus tipo 2 al 10,7 % de las personas.
Resaltó que muy pocas personas que son diagnosticadas con una o más de estas enfermedades «las mantienen bajo los niveles óptimos de control», lo que además se ha recrudecido debido a la pandemia, ya que en algunos hospitales públicos se ha suspendido la atención o el acceso a los medicamentos.
Aseveró que el control de la presión arterial y del colesterol LDL, considerado como el colesterol malo, disminuyen hasta en un 55 % la posibilidad de sufrir eventos cardiovasculares que ponen en riesgo la vida.
«Si se reduce la presión arterial, si se bajan los niveles de colesterol también se baja el riesgo de padecer una enfermedad coronaria», admitió.
Pavía López aseveró que más que controlar la hipertensión con medicamentos como estatinas y angiotensinas ha logrado tener menos efectos secundarios cuando las personas se contagian con coronavirus.
«El beneficio de haber bajado la inflamación de arterias por colesterol evitó que el proceso de enfermedad fuera mortal», admitió.
Señaló que el tratamiento debe estar basado en tratar de manera simultánea la hipertensión y el colesterol alto, de preferencia a través de un solo producto «pues aumenta la adherencia al tratamiento: a menos número de tabletas tomadas hay mayor adherencia», dijo.
Finalmente, dijo que los sistema de salud deben moverse hacia políticas públicas preventivas para «evitar que las personas lleguen a eventos que pongan en riesgo su vida».
Señaló que, en el caso de las enfermedades cardiovasculares, cuando éstas ocurren pueden dejar secuelas en los pacientes, lo que representa un alto costo para los sistemas de salud y para el paciente mismo.
«El mundo está cambiando, se está moviendo a la prevención cardiovascular justo por razones económicas y eso es lo que se debe hacer en México», finalizó.