México, 1 oct (EFE).- Al menos uno de cada dos productos producidos por los miembros de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Bebidas Carbonatadas (ANPRAC) son bajos o nulos en calorías, lo que refrenda el compromiso de la industria con el nuevo etiquetado de productos que entra en vigor este jueves.
«Actualmente el 55 % de nuestros productos son bajos o sin calorías y eso representa el compromiso que tenemos como industria», dijo a Efe Jorge Terrazas, director general de ANPRAC.
Terrazas agregó que de aquí a 2024 al menos el 70 % de sus productos ya habrán tenido una reducción adicional de calorías del 20 %.
El directivo señaló que los miembros de su asociación han cumplido en tiempo y forma con la nueva regulación «pero eso no es de ahora. Desde hace una década hemos reformulado nuestros productos».
También explicó que actualmente la industria tiene el compromiso de continuar con la reformulación y reducción de calorías, además de que más del 90 % de los productos que forman parte del portafolio de sus agremiados cumple con la nueva regla de etiquetado a dos días de su entrada en vigor.
Terrazas resaltó que los miembros de la industria siempre estarán a favor de cumplir las normas y leyes «y seguiremos con el compromiso de continuar reformulando».
Este jueves, 1 de octubre, entra en vigor la primera fase del nuevo etiquetado frontal para alimentos y bebidas procesados, una medida que las autoridades mexicanas fijaron como parte de las acciones para prevenir el aumento de casos de sobrepeso y obesidad en el país.
De acuerdo con la nueva ley, los productos industrializados y bebidas azucaradas deberán rotularse con un etiquetado de advertencia o con las características nutricionales en las que el producto supera el valor establecido.
Estas deberán contener un símbolo octagonal de fondo negro y borde blanco que diga «Alto en», seguido de la característica que se tenga que destacar ya sea grasas, saturadas, sodio y azúcares, entre otras.
Terrazas señaló que este tipo de marcos regulatorios pueden ser «amenazantes» para algunos modelos de negocio, sin embargo, destacó que es pronto para saber si en la industria de bebidas tendrá algún impacto este tipo de leyes.
TRABAJO EN CONJUNTO
El directivo aceptó que en México el problema de la obesidad, que se ha apoderado del 71 % de mexicanos adultos y afecta a tres de cada 10 niños, es una preocupación para la industria.
«Somos parte de la solución de este problema tan complejo», dijo y aseguró que es indispensable la cooperación con el gobierno con el fin de construir políticas públicas al respecto.
Señaló que el principal foco de su negocio es el consumidor y por ello han están decididos a ser un factor en la lucha contra la obesidad en el país.
«Estamos a favor de sentarnos y dar solución elementos de política pública, no estamos a favor de prohibir, nosotros creemos que sí compartimos con las autoridades los elementos y lo que significa trabajar conjuntamente es una mejor política pública, lo seguiremos haciendo», destacó.
Dijo estar en contra de estigmatizar o satanizar sus productos, pues recordó que estos representan solo el 10 % del consumo calórico diario de la población ya que «el resto es proveniente de otra industria».
Resaltó que sus agremiados son parte del desarrollo y crecimiento de México, y representan el 3,3 % del PIB nacional al tener presencia en todo el territorio nacional donde construyen cadenas de valor con 120 plantas embotelladoras, 415 centros de distribución y múltiples oficinas.
«Somos una industria abierta, responsable y colaborativa que continuará proponiendo y desarrollando iniciativas para el desarrollo económico, cuidado al medio ambiente, bienestar de nuestros consumidores y futuro de todas las comunidades donde estamos presentes para lograr un mejor México», concluyó.