Bavispe (México), 3 oct (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunió este sábado en el municipio de Bavispe, estado mexicano de Sonora, con familiares de las víctimas de la masacre a nueve miembros de una familia mormona, el 4 de noviembre de 2019 a quienes dijo que se ha avanzado en la investigación y el caso no está cerrado.
La reunión, que fue privada y duró alrededor de 90 minutos, funcionó como un acto de acercamiento del presidente, quien se comprometió a seguir entregando resultados, a los familiares.
«Estamos aquí con ustedes para reafirmar el compromiso de que se haga justicia, queremos justicia para todos», dijo López Obrador en un acto posterior a la reunión.
«Vamos avanzando en la investigación, ya se informó a los familiares sobre lo realizado y vamos a continuar. No está cerrado el caso, vamos a conocer la verdad y se tiene que castigar a los responsables», agregó.
Dijo López Obrador que una ventaja para conocer la verdad es que su Gobierno no establece relaciones de complicidad con nadie y que le estará informando el avance de las investigaciones a los familiares, así como lo ha hecho con los padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en septiembre de 2014 y los de los bebés que murieron en la guardería ABC en junio de 2009.
El mandatario adelantó que regresará al municipio, junto con las autoridades que están cargo de la investigación, el 15 de diciembre «y así vamos estar en comunicación hasta que todos sepamos lo que sucedió y se haga justicia».
El 4 de noviembre de 2019 un comando de sicarios disparó con armas de grueso calibre sobre tres camionetas en las que se transportaban las familias Langford, Miller y LeBarón en la comunidad mormona de Bavispe, estado de Sonora, frontera con Estados Unidos.
El saldo de la masacre fue nueve muertos, entre ellos seis niños, además de cinco niños heridos que fueron llevados al Diamond Children Hospital de Tucson, Arizona, EE.UU.
LOS FAMILIARES
En redes sociales Bryan LeBarón, integrante de una de las familias afectadas, contó que le pidieron al mandatario «una indemnización como parte de la reparación del daño».
«Sabemos que somos millones las víctimas. Por eso ese dinero no puede ser sólo nuestro, será para quienes se queden sin el apoyo del Fideicomiso para la Protección a Víctimas y Periodistas», dijo LeBarón.
En el informe de avances a la comunidad de la región Sierra Alta de Sonora también participaron el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quienes también inauguraron el cuartel de la Guardia Nacional en Bavispe, y Kenneth Miller, como representante de la familia Langford-Miller.
«Estamos agradecidos de los avances del casos y del monumento para las víctimas», dijo Miller
Emocionado y al borde del llanto, Miller dijo que él y su familia están «pasando un tiempo difícil, pero podemos seguir y vamos a seguir. Doy gracias a Dios, porque yo sé que hay un Dios y nos ayuda en lo bueno y en lo malo. Y gracias a México y al Gobierno federal y estatal».
El representante confió en que se «haga justicia en este caso, pero también que llegue la justicia a todos los que no tienen voz. Es lo que pido y le pedimos al presidente».
Para el especialista en temas de seguridad Javier Oliva, la visita de López Obrador fue «muy importante, es un gesto que le permite estar cerca de este tipo de tragedias, le permite ser empático», así como lo ha hecho con los familiares de los estudiantes de Ayotzinapa.
Recordó que este tipo de investigaciones «son muy lentas y son las inercias de los casos, ya que pueden tardar uno o dos años, y estos procesos judiciales en países como México son muy lentos».
COMPROMISO DE JUSTICIA
En su turno, Durazo señaló que, por el respeto a la memoria de los caídos, el Gobierno mexicano «está comprometido en hacer justicia».
Dijo que «se ha ido avanzando, pero no está cerrada está investigación y, no obstante que es difícil estar frente a los familiares de las víctimas rindiendo cuentas, estamos mirando de frente también a este desafío. Estamos obligados a dar avances».
Mientras que la gobernadora Pavlovich dijo que el monumento que se levantará para las víctimas «servirá para no olvidar a aquellos que se fueron, para recordaros siempre, pero sobre todo para que nos recuerde que nunca más puede volver a suceder una tragedia como esa».
Apenas el martes pasado, un juez federal vinculó a proceso por el delito de delincuencia organizada a un sujeto implicado en la masacre del 4 de noviembre de 2019.
La Fiscalía General de la República (FGR) de México informó que, a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), obtuvo la vinculación a proceso en contra de Jesús «P» (Parra Rentería).
A comienzos de 2020, Julián y Adrián LeBarón, miembros de una de las familias mormonas víctimas de la masacre, aseguraron a medios que existen «alrededor de 40» implicados en la matanza, la mayoría identificados por su apodo.
Juan Manuel Ramírez G.