México, 13 oct (EFE).- La detección oportuna y la prevención son dos ejes que deben marcar el camino de las enfermedades crónico degenerativas tras la pandemia por COVID-19, pues estos padecimientos han tenido un impacto fundamental en el desarrollo del coronavirus en los pacientes en México, consideraron expertos.
«México estaba preocupado antes de la pandemia. Pero se ha visto un mayor impacto en pacientes con enfermedades crónicas que contraen la COVID-19, por eso es importante enfocarnos en ellas», dijo Christian Frey, general manager de Diabetes Care México.
Durante el panel «Medicina personalizada: Revolución en el diagnóstico y tratamiento oportuno» realizado en el evento virtual del Roche Press Day, el especialista destacó que en el caso de la diabetes, por ejemplo, se tiene una importante brecha de diagnóstico.
Señaló que en México el 40 % de las personas que tienen diabetes no saben que la padecen y se dan cuenta cuando ya tienen la sintomatología.
De acuerdo con autoridades de salud, el 70 % de las personas que mueren por coronavirus tiene enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión u obesidad.
Subrayó la importancia de que los pacientes tengan un autocontrol de la enfermedad, pero también la relevancia de que los sistemas de salud tengan datos precisos al respecto.
«En México, se estima que se toman entre 10 y 15 glicemias por minuto. Lo importante es saber qué hacer para que estos datos sirvan de alguna manera», cuestionó.
Agregó que la pandemia ha obligado también a la digitalización de la medicina, un recurso que estaba atrasado en gran parte de los países en el mundo, pero que hoy es una realidad para poder personalizar el tratamiento y dar una mejor atención a los pacientes.
REVOLUCIONAR EL DIAGNÓSTICO
La velocidad de la pandemia por coronavirus exigió una velocidad inusitada en la tecnología, especialmente en las pruebas de diagnóstico y, eventualmente en el desarrollo de tratamientos y vacunas.
Para Jordi Fernández, general manager de Roche Diagnóstica México, la pandemia representa «un gran aprendizaje» pues en poco tiempo desarrolló pruebas de diagnóstico molecular de PCR que permitió diagnosticar tempranamente a quienes estaban infectados.
«Con esto conseguimos una actuación rápida y certera para impactar en la mejora de calidad de vida del paciente y evitar casos de COVID», manifestó.
Luis Enrique Rodríguez, líder de innovación y soluciones integradas de Roche México, coincidió en que el diagnóstico oportuno y preciso «es vital».
En enfermedades como el cáncer de mama, por la que cada año mueren 600.000 mujeres en México o el cáncer cervicouterino donde alrededor de 8.000 mexicanas son diagnosticadas cada año, el diagnóstico oportuno es clave para salvar muchas vidas.
Pero además, argumentó Jordi Fernández, también sería una herramienta para reducir los costes en los sistemas de salud.
«La medicina preventiva bien implementada se «auto paga», por eso es importante que los sistemas de salud inviertan más en prevención», apuntó.
APUNTAR HACIA LA MEDICINA PERSONALIZADA
Una de las problemáticas de los gobiernos en el mundo, según Andrés Bruzual, general manager de Roche Farma México, es que ven a la salud como un gasto y no como una inversión.
«Pero si algo positivo nos ha dejado esta pandemia es tener conciencia de lo invaluable que es la salud», afirmó.
En ese sentido, dijo, que la medicina personalizada se ha visto siempre como algo costoso que solo tienen países europeos.
Sin embargo, en México opera desde hace dos años Foundation Medicine (FM), una empresa que se creó en Estados Unidos con el objetivo de analizar perfiles genómicos y generar bases de datos que fueran útiles para entender y mejorar los tratamientos contra el cáncer.
Bruzual explicó que cuando un análisis de FM se aplica a un paciente, éste tiene la habilidad de identificar más de 100 funciones en pacientes y se puede personalizar el tratamiento.
Detalló que esto ya se ha utilizado en cáncer de pulmón y, en pacientes que han desarrollado metástasis, donde se ha identificado que en al menos 5 % de los pacientes existe un receptor positivo de ALK.
«Para ello desarrollamos una molécula que funciona específicamente para este tipo de pacientes y un 63 % de ellos han alcanzado una sobrevida de 5 años, cuando sin tratamiento tenían una esperanza de vida de 8 a 10 meses», especificó.
Finalmente, señalaron que este tipo de herramientas y los datos que se proporcionan, pueden ser útiles para generar políticas públicas y crear guías de tratamiento adaptadas a cada país.