México, 18 oct (EFE).- Cuando Leonardo ‘MKLeo’ López, campeón mundial del videojuego Super Smash Bros. Ultimate, se quiere rendir, voltea a las primeras filas de la arena en busca de su hermano Ángel, quien con su lenguaje verbal lo obliga a continuar.
En los momentos complicados de las partidas, Ángel pone cara de estrés y frustración, sin embargo, en vez de presionarse, este gesto le sirve a Leo para cambiar el switch y derrotar a sus rivales.
En la carrera de MKLeo, Ángel representó no solo su primer soporte económico para costear los viajes a competencias en Estados Unidos, fue la primera persona en decirle que tenía el talento para ser el referente mundial de Super Smash Bros.
«Después de ganar los principales torneos en México mi hermano se dio cuenta de mi talento, así que en 2014, antes de disputar en un torneo en mi país que se llamó The Arena, en el que participaron los mejores del país, me dijo que si ganaba me sacaría la visa para competir en Estados Unidos», dijo MKLeo este domingo a Efe.
Leonardo López recordó que fue tanta su inspiración en aquel certamen que ganó sin perder ningún juego ya que estaba cerca de cumplir su sueño, hacer de los videojuegos su estilo de vida.
Los tiempos eran diferentes a los de ahora, en los que pertenece al equipo coreano T1, una de las organizaciones de eSports más importantes del mundo.
En esos años, Ángel era su único soporte económico y moral. Para los viajes a Estados Unidos sólo tenían dinero para el pasaje de ida, pero no para comer y regresar a México, eso corría de la cuenta de lo que Leo lograra ganar en los torneos.
«A pesar de que nuestra supervivencia dependía de mi desempeño, mi mentalidad era de ‘vamos a divertirnos, a ver si puedo ganar y sacar dinero’, pero nunca fue presión, siempre consideré que tenía la habilidad para competir», reveló López.
Después de triunfar en sus primeros dos torneos importantes en Estados Unidos, Leo se convenció que tenía posibilidades de ser el mejor jugador del mundo, sin embargo a mediados de 2016 entró en una racha de resultados no deseados que lo hicieron amagar con un retiro.
Su hermano volvió a aparecer y le dijo que lo conseguido no había sido suerte. Leo se propuso a involucrarse en el análisis y estudio del videojuego para dar el paso de calidad que le faltaba.
Cuando empezó a jugar de forma eficiente, entre 2017, cuando fichó para Echo Fox, y 2018, inició el camino que lo llevó a proclamarse campeón mundial en 2019 de Super Smash Bros. Ultimate.
Su carrera inició a sus 15 años, hoy tiene 19 y a pesar de que en 2020 no ha competido como quisiera por la pandemia de la COVID-19, disfruta del año para mejorar su faceta como creador de contenido.
«Me gustaría jugar por lo que resta de mi vida, pero tengo que cuánto dura el Smash, no creo que otros 10 o 20 años, por ahora me enfoco en hacer contenido y abarcar más territorio para no quedarme en lo mismo», concluyó.