México, 19 oct (EFE).- Un millón de toneladas de «redes fantasma» procedentes de la pesca terminan cada año en los océanos, un dato alarmante por el que este lunes la organización WWF presentó la campaña #NoMásRedesFantasma.
Las redes fantasma son todos los dispositivos de pesca que terminan, por muchos motivos, en los océanos de todo el mundo, poniendo en peligro a miles de especies, a la economía mundial y a las necesidades alimentarias.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) mostró en una conferencia de prensa virtual su preocupación ante esta problemática sobre la que es complejo ser consciente al tratarse de plásticos que no son visibles y cuya acumulación no es intencionada.
«Son apabullantes las cifras de plásticos en el mar. Gran parte de ellos son redes fantasmas, es algo que no vemos, un depredador silencioso que mata la vida de nuestros mares, que son nuestro futuro», expresó el director ejecutivo de WWF México, Jorge Rickards.
Una de las grandes dificultades para luchar contra este problema es que apenas hay datos del por qué la mayoría de las artes de pesca van a parar a los fondos marinos.
Es por esto que WWF insiste en la necesidad de lograr tener más datos, a pesar de que los que ofrecieron pueden dar una panorámica sobre las dimensiones de la lacra que pone en el centro la campaña.
Cerca del 6 % de las redes utilizadas por pescadores quedan abandonadas, ascendiendo al 9 % en el caso de las trampas y al 29 % en las nasas.
A pesar de las altas cifras, WWF insistió en que ningún pescador quiere perder sus artes de pesca ya que supone una inversión y son un medio para ganarse la vida, pero incluso les sucede a las pesquerías mejor manejadas en temas de medioambiente.
Por su parte, Aimée Leslie, encargada de conservación marina en WWF Perú, explicó que las causas del abandono de los instrumentos de pesca son muy variadas: desde una pérdida de control por parte del pescador, hasta el abandono de manera consciente por parte de pescadores ilegales, pasando por el desconocimiento del impacto ambiental.
El impacto, dijo, alcanza muchos ámbitos. Para empezar, está registrado que el 60 % de las especies de mamíferos marinos y el 50 % de aves marinas existentes en el mundo están afectadas por las redes fantasma.
En segundo lugar, un 90 % de las especies capturadas por las redes fantasma son especies comerciales, por lo también afecta a los pescadores en un sentido económico, además del valor del arte de pesca extraviado.
Por todo esto, WWF hace un llamamiento con esta campaña a los ciudadanos para conocer la importancia de este problema y a los Gobiernos de todos los países del mundo para concretar un plan estratégico y global con el fin de terminar con el abandono de artes de pesca.
«No hay un tratado internacional que sea comprensivo ni incluya todo lo necesario y la legislación mundial está fragmentada. Tampoco hay protocolos estandarizados para la recolecta de datos. La información que tenemos es un rompecabezas al que le faltan piezas», terminó Rickards.