México, 21 oct (EFE).- Ciudad de México comenzó los preparativos para la celebración del Día de Muertos y más de 200.000 flores de cempasúchil, que adornan las vías de ocho importantes avenidas de la urbe, ya anuncian la conexión entre la vida y la muerte que se presenta en estas épocas del año.
«Un total de 206.250 flores de cempasúchil adornarán ocho de los camellones más importantes de la ciudad», informó este miércoles el Gobierno de Ciudad de México en un boletín.
La Secretaría de Obras y Servicios de la capital mexicana la dependencia encargada de adornar la ciudad para mantener las tradiciones vivas un año más, pese a las condiciones adversas y la cancelación de algunas festividades debido a la pandemia ocasionada por el coronavirus.
La flor de cempasúchil es quizá el icono más importante de esta antigua tradición cuyos orígenes datan de la época prehispánica.
Su color amarillo intenso y tonos anaranjados son imprescindibles a la hora de poner altares y adornar las tumbas de aquellos que ya partieron.
Para los mexicas la flor simbolizaba la vida y la muerte y fue elegida para honrar a sus muertos por su altura y su color, pues el amarillo de sus pétalos simboliza la luz del sol que iluminará a los muertos en su regreso al mundo de los vivos.
Sus pétalos son colocados en el suelo y cumplen la función de un camino que los muertos tendrán que seguir para llegar al universo terrenal, a su propia ofrenda y a sus seres queridos que vivos los esperan con sus comidas y vicios favoritos.
En náhuatl, cempoalxóchitl significa «flor veinte pétalos» y además de su belleza y función decorativa se considera una planta medicinal capaz de sanar diversos males tales como bronquitis, fiebre, diarrea, entre otros.
Los estados que tienen mejores condiciones de suelo y clima para su producción son Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Estado de México.
Sus campos amarillos han sido escenarios de romances inolvidables como el de Carlos y Catalina, protagonistas de la historia de amor narrada en el libro «Arráncame la vida» de la mexicana Ángeles Mastretta.
Sin embargo, aunque las calles se pinten de amarillo, la capital vivirá una celebración de Día de Muertos insólita al permanecer cerrados los panteones que año con año se atiborran de gente para celebrar y honrar a sus muertos.
Del 31 de octubre al 2 de noviembre, los panteones del área metropolitana de la capital permanecerán cerrados para impedir aglomeraciones ante la pandemia de la covid-19.
Las diferentes autoridades del Valle de México, región geográfica que incluye la Ciudad de México y los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala, anunciaron el cierre de los camposantos.
En esta ocasión, ni los vecinos ni los más de 700.000 turistas nacionales e internacionales que inundan los cementerios podrán admirar esa festividad y las autoridades han pedido que los ciudadanos lo celebren en sus casas.