México, 22 oct (EFE).- La película colombiana «Luz, la flor del mal» llega este jueves a las salas de cine mexicano con un mensaje de respeto a la naturaleza, con tintes de realismo mágico y con emoción por parte del director y el elenco por ser recibida en las pantallas de un país que consideran pionero cultural.
«Nunca habíamos proyectado que la película fuera a tener todo ese éxito y que fuera a tener distribuidora en México. (…) Nunca fue concebida como una película comercial que iba a poder llegar a las salas porque es una película con voz autoral propia y no tenía un sistema industrial que me dijera cómo hacerlo», expresó el director Juan Diego Escobar en entrevista con Efe.
La cinta fue estrenada mundialmente en el Festival de Cine de Sitges (España), el primer evento de cine fantástico del mundo y después de eso llegaron otros festivales y reconocimientos.
Ahora llega a México entre la sorpresa del director y el elenco, quienes coincidieron que lo que ellos denominan «cine de género» está creciendo en Latinoamérica, aunque con pasos muy pequeños, y la película está teniendo la suerte de poder traspasar fronteras.
«En Colombia no hay muchos autores de cine de género y es algo muy inexplorado, digamos que países como México, Argentina o Brasil ya tienen un recorrido más amplio dentro del género pero normalmente se distribuyen en su propio territorio y entre latinoamericanos normalmente no vemos nuestro cine», dijo Escobar.
La actriz Sharon Guzmán consideró todo «un reto» haber participado en la cinta, a la vez que consideró que los actores siempre están dispuestos a recibir propuestas y más si, como esta, implican «otra manera de concebir desde la actuación y desde el sentir lo que se cuenta».
«De alguna manera también por venir de una tierra como Colombia muchos hemos tenido acercamientos a cosas como el campo o los caballos», añadió Guzmán en relación al protagonismo de la naturaleza en la cinta.
«Luz, la flor del mal» habla sobre una comunidad aislada liderada por un predicador conocido como El Señor (Conrado Osorio), un presunto nuevo Mesías que llega al pueblo, pero que con su llegada los males comienzan.
En la casa del predicador, en donde sus tres hijas, Laila (Andrea Esquivel), Uma (Yuri Vargas) y Zion (Sharon Guzmán) comenzarán a cuestionar el verdadero significado de Dios, del Diablo, y la auténtica naturaleza del amor, del placer, de la feminidad y de la libertad.
LA NATURALEZA COMO PROTAGONISTA
En relación a las palabras de Guzmán, el actor Jim Muñoz destacó la importancia en la cinta de la naturaleza, a quien consideró «el personaje principal», porque es quien «absorbe, construye y resuelve la historia» y lo relacionó con el contexto actual de la pandemia mundial de coronavirus.
«Tiene mucho que ver, demasiado que ver. Creo que a nosotros como especie humana se nos olvidó lo mas importante, que es la naturaleza y el planteamiento de Juan Diego siempre fue eso de que todo lo que toca el hombre se corrompe y eso es lo que estamos viviendo hoy en día», contó.
Otro tema central de la cinta es el misticismo y la religión, algo que, opinaron, está implícito en las personas latinoamericanas y en concreto en las colombianas.
Escobar dijo que Latinoamérica «tiene algo, tal vez de los ancestros», relacionado con ritos y cultos que existieron y que inevitablemente se refleja en las creaciones audiovisuales de estos países, al igual que le pasó a él con el realismo mágico, un elemento que no puso conscientemente en la cinta pero que, reconoció, sí se puede apreciar.
«Todo se ve reflejado y en términos de Colombia casualmente tenemos el realismo mágico, que mucha gente lo relaciona con esta película y yo no me lo propuse pero esta implícito en nuestra voz. Me pongo a ver ahora la película y tiene algo de realismo mágico sin duda», detalló.
Sin embargo, para terminar, la actriz Andrea Esquivel opinó que más allá de todos los análisis que se puedan hacer la cinta, «Luz, la flor del mal» está hecha para verla y sentir, lejos de buscar dar un mensaje concreto.
«Es difícil referirse a ‘Luz’ o sus personajes porque está hecha para sentir. ‘Luz’ no te quiere mostrar algo, no te quiere meter un ideal, ‘Luz’ es como la vida misma… es como la pregunta que le hacen a uno de ‘cuéntame de ti’. Uno esta muy lleno de dudas y siento que ‘Luz’ tampoco las quería resolver», terminó.