México, 26 oct (EFE).- El presidente Andrés Manuel López Obrador negó este lunes que el Gobierno mexicano frene la inversión privada en energías renovables, pero pidió a las empresas «no abusar» en medio de una polémica con legisladores de Estados Unidos.
El mandatario acusó este lunes a medios y a adversarios de tergiversar sus declaraciones después de que este sábado tachó de «sofismas» a las energías limpias tras una queja bipartidista de más de 40 congresistas y senadores de Estados Unidos contra la política energética de México.
«No, eso también fue una manipulación antier, yo lo que sostuve es que para hacer negocio los empresarios, algunos desde luego y sobre todos los extranjeros, optaron por instalar plantas de generación de energía eólica», indicó en su rueda de prensa matutina.
La controversia ocurre tras una carta en la que legisladores republicanos y demócratas denunciaron la semana pasada que López Obrador violaría el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por su intención de fortalecer Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El mandatario respondió que el texto se difunde en medio del proceso electoral de Estados Unidos, además de señalar que «eso se promueve desde México» por parte de algunas empresas privadas.
Pese a las advertencias, el presidente descartó que su política energética ahuyente la inversión extranjera.
«No porque los inversionistas saben muy bien que tienen campos suficientes para invertir en México siempre y cuando se respeten las leyes de México y no haya corrupción, lo que sucedió en los últimos años es que empresas extranjeras abusaron y saquearon al país porque sobornaron a funcionarios», manifestó.
El líder izquierdista dedicó la mayor parte de su rueda de prensa en el Palacio Nacional a defender su política energética, inspirada en la de los expresidentes Lázaro Cárdenas (1934-1940) y Adolfo López Mateos (1958-1964), quienes nacionalizaron la industria petrolera y la eléctrica.
En particular, justificó la nueva política de la Secretaría de Energía (Sener) que prioriza el despacho de la electricidad que producen las plantas de la CFE sobre la de generadores privados de energías renovables.
También reiteró que, si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declara inconstitucional esta política, enviará una iniciativa para reformar la Constitución.
«Es un timbre de orgullo que digan que estamos protegiendo a la Comisión Federal de Electricidad y a Pemex, pues si para eso me pagan, no me pagan para proteger a Repsol, o a Shell o a Iberdrola», argumentó.
El presidente acusó a empresarios de pretender ser ambientalistas con tal de promover sus inversiones privadas.
Además, recordó que su apuesta por Pemex y CFE es una promesa que hizo desde campaña.
«No engañamos a nadie, desde hace tiempo yo vengo planteando que tenemos que rescatar a la industria eléctrica y petrolera», aseveró.