Nueva York, 27 oct (EFE News).- Keith Raniere, el fundador de la secta sexual Nxvim, la cual se camufló como un grupo de autoayuda, fue condenado este martes a 120 años de cárcel en un tribunal neoyorquino después de ser declarado culpable de todos los cargos, entre ellos de tráfico sexual de adultos y menores, posesión de pornografía infantil y crimen organizado, en junio de 2019.
La sentencia del juez Nicholas Garaufis, del distrito este de Nueva York, supone a efectos prácticos una condena de cadena perpetua para el canadiense, al que este martes una quincena de víctimas describieron en el tribunal como un «depredador sexual», un «racista» un «mentiroso» y un «sádico».
El caso ha acaparado la atención de los medios por la implicación de varias destacadas personalidades como la actriz de Smallville Allison Mack, la intérprete de «Battlestar Galactica» Nicole Clyne, o la heredera del imperio licorero Seagram’s, Clare Bronfman, lo que llevó a que las salas dispuestas este martes para los periodistas y el público en el tribunal de Brooklyn estuvieran atestadas de gente.
Durante la vista, que se extendió cerca de seis horas, destacó el testimonio de una joven identificada como Camila, ahora de 30 años, quien dijo en el tribunal que Raniere comenzó a abusar de ella cuando tenía sólo 15 años.
La víctima recordó la fecha exacta en la que comenzaron los abusos, el 18 de septiembre de 2005, fecha que Raniere, entonces de 46 años, insistía que quedara marcada como su aniversario.
«Él quería que yo creyera que mi único valor venía de cómo me hacía sentir», dijo Camila, que fue la primera en testificar este martes, según el New York Times.
«Me ha llevado mucho tiempo procesar el trauma que causó», agregó la joven, que mantuvo una relación sexual con Raniere durante 12 años y quien dijo la aisló de su familia y sus amigos.
Por su parte, el condenado volvió a decir que no se arrepiente de nada. «Es cierto que no me arrepiento de los crímenes que creo que, de hecho, no he cometido. Pero sí me arrepiento profundamente de todo este dolor», afirmó ante la corte.
El juicio de Raniere, de 60 años, se centró en un subgrupo de Nxvim exclusivo para mujeres llamado DOS, en el que algunos de los miembros llegaron a ser marcados con las iniciales del líder de la secta en una dolorosa ceremonia sin anestesia en las que se les cauterizaba la piel en una zona cercana al pubis.
En un vídeo de la ceremonia de iniciación de DOS se puede ver cómo las mujeres, desnudas, permanecían tumbadas sobre una mesa, donde debían pronunciar las palabras «Maestro, por favor márcame».
Algunas de las mujeres que testificaron durante el juicio explicaron que pensaban que se estaban uniendo a un grupo centrado en el empoderamiento femenino, para descubrir más tarde que se les pedía que mantuvieran relaciones sexuales con Raniere.
Además de las relaciones con el líder, la pertenencia a DOS requería que las «esclavas» tuvieran que pedir permiso para comer y tenían que entregar material gráfico o información comprometida, que podía ser publicado en caso de que se negaran a seguir las órdenes.