En un acto de justicia y sensibilidad, ayer se anunció que por lo menos en Aguascalientes el precio de la tortilla no aumentará su valor.
Este tema no está exento de polémica, porque hace algunas semanas se presagió que a nivel nacional incrementaría su costo, en un momento donde la economía del país está por los suelos por las razones de siempre: paridad, desempleo, y si a eso le agregamos el grave problema de salud que enfrenta todo el mundo, pues la perspectiva empeora.
En cuanto se supo de las intenciones de industriales de la tortilla para aumentar el margen de ganancias, todas las voces se hicieron escuchar, sobre todo las que representan a la clase trabajadora, porque un golpe así al bolsillo tal vez no se podría resistir.
Está bien que el pueblo de México es noble, pero cuidado con provocarlo, porque no es justo que a una nación que aguanta casi todo se le lastime en lo más importante que es su economía, pues la tortilla es un alimento básico en la mesa de los hogares en nuestro país; podrán faltar grandes viandas, carnes, etc., pero nunca la tortilla, producto del maíz, que es especialmente fundamental y básica en la gastronomía mexicana, desde la más humilde hasta la más sofisticada.
Y ante las voces que se levantaron por el amago del aumento reaccionó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se comprometió a que el precio de la tortilla no aumentará por encima de la inflación en 2021, y dijo que de ser necesario hablaría con el dueño de Grupo Maseca para lograr mantener el costo de este producto.
Ayer mismo, industriales de la tortilla en Aguascalientes se comprometieron a que por lo menos en esta Entidad el precio, que oscila de los diez a los 18 pesos, se mantenga, pensando siempre en los recursos monetarios de los hidrocálidos.
De ser así, se agradecería que no se vapuleara más la economía en Aguascalientes de su gente, que bastante tiene ya con las malas noticias de casi todos los días de la quiebra de negocios, del aumento explosivo del desempleo, de todas los calamidades
e infortunios de acontecimientos lamentables que han traído los tiempos actuales a toda la sociedad.
Así pues, al ser la tortilla un producto de primera necesidad en la mesa de las familias mexicanas, el saber que no incrementará su precio da un pequeño respiro y un poco de tranquilidad a la gente, que por ahora tiene mucho más de qué preocuparse, por lo que no sería bien recibida una nueva agresión que afectara aún más sus finanzas, sobre todo las de las amas de casa, que cada vez más como pueden “estiran” el poco dinero para completar el gasto semanal.
Por ahora, estemos un poco más serenos en este sentido y, mientras se pueda, aprovechemos en disfrutar de este apetitoso manjar.