La fiesta “rave” que fue reventada el fin de semana pasado en un rancho entre los municipios San Francisco de los Romo y Pabellón de Arteaga, fue organizada, financiada y “bien surtida” por el director de Giras y Eventos del Sistema DIF Estatal, Gilberto de Luna Tamayo, quien durante el operativo no dejó de presumir voz en cuello su cercanía a la señora Yolanda Ramírez de Orozco, e incluso intimidó a los guardianes del orden con llamar al mismísimo gobernador, Martín Orozco Sandoval, con tal de impedir que se cancelara su megapachangón, que incluyó, por supuesto, cocaína y bebidas embriagantes.
En el colmo del cinismo, el funcionario estatal interpuso una queja en contra de los elementos de las corporaciones estatal y municipales que acudieron para hacer valer el decreto que el esposo de su propia superior jerárquica instauró para impedir la realización de este tipo de eventos en el territorio estatal.
Cabe recordar que en un operativo conjunto, implementado por la Secretaría de Seguridad Pública en el que participaron agentes de la Policía Estatal, así como de las municipales de San Francisco de los Romo, Rincón de Romos y Pabellón de Arteaga, además de la Guardia Sanitaria, se desmanteló una fiesta ”rave” que se organizó en un rancho, en donde aseguraron droga y una importante cantidad de bebidas embriagantes.
Alrededor de las 22:30 horas, oficiales de las corporaciones policiales antes mencionadas, a través del Mando Único y la Guardia Sanitaria, se trasladaron al Rancho “San Pedro Victoria”, donde al arribar se encontraron con elementos de seguridad privada que habían sido contratados para resguardar el lugar, no obstante, los agentes ingresaron hasta el sitio donde se hallaba todavía un grupo musical.
En el lugar se había reunido una cantidad cercana a las cien personas, las cuales pagaron 200 pesos para poder acceder a la propiedad de Gilberto de Luna Tamayo, de 30 años de edad, quien fungió como organizador.
Al realizar una revisión a los asistentes, a uno de ellos, de nombre Diego Ulises “N”, de 21 años, le fueron asegurados seis envoltorios con cocaína que dieron un peso de siete gramos. Se localizó una importante cantidad de botellas de licor, cervezas y una carta con los precios de venta de las mismas, lo que a todas luces violentaba también el decreto emitido por el jefe del Ejecutivo Estatal.
Tras lo anterior, Diego Ulises, que tenía la droga, fue llevado a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, mientras que al resto de los asistentes se le indicó que se retirara del lugar, en tanto que el personal de la Guardia Sanitaria aseguró las bebidas e inició el acta correspondiente.