Aguascalientes se despierta hoy, a escasas horas de la Nochebuena, con una noticia que impacta: 7 suicidos en sólo un día.
Dos mujeres y cinco hombres decidieron quitarse la vida y las razones de ello se las llevaron a la tumba, dejando en el total desespero, tristeza y frustración a sus familias.
Las edades de los suicidas van desde la adolescencia a la adultez, y los métodos para privarse de la existencia varían.
Depresión, tristeza, soledad, problemas médicos, familiares o sentimentales, económicos, de adicciones, nadie sabe las razones por la que hombres y mujeres deciden irse de la forma más trágica.
Aquí lo verdaderamente preocupante es qué está ocurriendo en la sociedad hidrocálida, por qué en los últimos años la cifra de estas tragedias aumenta sin parar; de hecho, estamos a escasos cuatro casos de esta naturaleza para alcanzar el récord del año pasado.
No hace mucho tiempo la trágica cifra de suicidios en un solo día fueron seis, ayer fueron 7 y el sábado otro, cuando una muchachita se ahorcó en un centro de rehabilitación de adictos.
Y este fenómeno se da a lo largo y ancho del Estado, no hay ningún municipio exento de este tipo de problemática, lastimosamente.
Y el publicar sistemáticamente este tipo de notas no es apología del suicidio, sino una llamada de atención para que la sociedad reaccione, porque de qué sirve que haya líneas de ayuda psicológica, programas gubernamentales o de la sociedad civil, si no hemos sabido detectar a la gente que ya no quiere seguir luchando por vivir.
Porque la vida es eso, una lucha, una batalla constante donde hay que tomar decisiones, solventar, batallar, y como ya lo hemos expresado anteriormente en estas líneas, vivir es un reto enorme, sí, pero que a su vez ello viene a forjar el carácter de chicos y grandes para que aprendamos, no importa la edad que tengamos, que nada de lo que vale la pena es fácil, empezando por la vida misma.
Necesitamos parar esta tragedia que nos agravia como sociedad, estamos rodeados de problemas económicos, sociales, de salud, pues la pandemia que vivimos a nivel mundial ha venido a cambiar nuestra forma de pensar, de vivir, claro, no a todos, pues a estas alturas todavía hay gente que no toma en cuenta el grave problema sanitario; lo que buscamos como sociedad es detener este fenómeno que no sólo afecta a quien atenta contra su vida, sino a quienes quedan a su alrededor, que no encuentran consuelo ni explicación a tan fatal decisión.
Aguascalientes está pidiendo ayuda a gritos, y nosotros como sociedad no lo estamos escuchando.