CIUDAD DE MÉXICO, enero 6 (EL UNIVERSAL).- La Red por los Derechos de la Infancia (Redim) informó que, debido a la pandemia del Covid-19, durante el 2020 hubo un incremento en los delitos de pornografía infantil, feminicidios de niñas, trata y rapto de menores de edad.
En su informe El año de la sindemia y el abandono de la niñez en México, la Redim señaló: «El aumento en los niveles de estrés, la inseguridad económica-alimentaria y el confinamiento a causa del Covid-19 han elevado los niveles de violencia en México, y urge reforzar la protección de la infancia y adolescencia ante esta situación».
El colectivo de organizaciones indicó que entre enero y junio del 2020 hubo un incremento de 157 por ciento en las denuncias ciudadanas por pornografía infantil, en comparación con el mismo periodo del 2019.
Mientras en el primer semestre del 2019 se reportaron 121 casos de pornografía infantil, el año pasado la cifra fue de 312.
En cuanto al feminicidio de niñas, la Redim explicó que entre enero y octubre del 2020 hubo 93 incidentes, lo cual es un aumento de 17.7 por ciento respecto al mismo periodo del 2019.
El Estado de México es la entidad donde se registró uno de cada seis feminicidios de menores de edad.
Entre enero y octubre del 2020, en comparación con el mismo lapso del 2019, también hubo un incremento de 27.7 por ciento en el delito de trata y 21 por ciento en el de rapto cometido contra menores.
Frente a este panorama, la Redim alertó: «Niñas, niños y adolescentes se encuentran en una situación de vulneración de derechos en medio de esta pandemia, cuya magnitud del problema se ha multiplicado por el confinamiento, y para el que es urgente que el Estado mexicano dé una respuesta urgente».
En su informe anual el colectivo de organizaciones también señaló que la pandemia del Covid-19 ha tenido un impacto negativo en la formación escolar de los menores, el reclutamiento forzado por parte del crimen organizado y el trabajo infantil.
Sobre este último tema, la Redim señaló que por el aumento de la pobreza en el país, y tomando como referencia los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2.5 millones de niños, niñas y adolescentes se podrían sumar a la fuerza laboral del país, en la que ya se encuentran 3.27 millones de menores de edad.