Familias rinconenses celebraron las fiestas del Señor de las Angustias de manera inédita, la pandemia vino a cambiar los usos y costumbres del pueblo católico.
Después de 220 años de tradición, en la que el Cristo es trasladado de manera solemne a su Santuario, en esta ocasión se hizo de forma aérea, además que como intención especial dio un recorrido por todo el municipio en un helicóptero adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Ante la difícil situación que se está viviendo por la pandemia y siguiendo los protocolos sanitarios, no se celebró el recorrido donde cientos de fieles y peregrinos extranjeros llegaban para celebrar esta gran fiesta, el signo del traslado del santo patrono se celebraba año con año con bombo y platillos, además de contar con autoridades civiles y eclesiásticas para festejar, agradecer y suplicar las bendiciones necesarias para el año que comienza, en esta ocasión la misa solemne fue presidida por el presbítero Jaime Silva, señor cura del lugar.
Esta vez el coronavirus impidió la algarabía, sin embargo las familias llenas de esperanza y fe en su Cristo arreglaron los techos de sus casas en señal de preparar el camino por donde estaría pasando Jesús, como signo particular hubo familias que colocaron lonas y moños negros donde han perdido algún ser querido víctima del coronavirus y con esto pedir su bendición especial, el Cristo fue colocado en la cabina del helicóptero, durante el recorrido permaneció con la mirada fija hacia su pueblo que sufre e implora su misericordia.