En los últimos días han crecido las denuncias de vecinos de todos los puntos cardinales de la ciudad para quejarse del humo y obviamente olores que arrojan los hornos crematorios.
Este es un mal necesario, puesto que la normativa a seguir para tratar los cuerpos de quienes han fallecido por el Covid-19, es precisamente la cremación.
Pero aquí hay dos partes, y las dos tienen la razón.
Los vecinos de colonias y fraccionamientos aledaños a las funerarias que tienen crematorios, que son 8 en la ciudad, que se dicen preocupados por los efectos secundarios que les pueda provocar la contaminación provocada por el proceso que tarda en incinerar un cuerpo entre tres y cuatro horas, aunado a los fétidos olores que dicen soportar todo el día.
Y la otra parte, son las funerarias que tienen hornos crematorios y que trabajan día y noche para darse abasto ante la gran cantidad de cuerpos que tienen que incinerar, lo que habla de la real y verdadera tragedia que significa la pandemia no sólo en Aguascalientes, sino en todo el mundo.
A esto agréguele el drama de que las personas fallecidas por alguna infección respiratoria con sospecha de coronavirus van del lugar donde fallecieron, generalmente hospitales, directamente a las funerarias, sin la posibilidad de que sus seres queridos se puedan despedir de ellos y ni de que incluso puedan verlos por última vez.
Pero esto es una exigencia de la “nueva normalidad”, pues es lo que las propias autoridades de Salud recomiendan para bajar la incidencia de contagio con los cuerpos infectados del virus; ya bastantes riesgos corren las personas que tienen contacto directo primero con los enfermos y después, si lamentablemente pierden la vida, con los cuerpos.
Una solución se tendrá que buscar, y estemos atentos a que este problema sanitario no rebase primero a los hospitales y después a las funerarias, pues ya se ha visto en otras partes del país, como por ejemplo la Ciudad de México, donde los crematorios no son suficientes para la demanda y los cuerpos tienen que hacer fila, literalmente, para llegar a los hornos crematorios.
Aquí es donde nos tenemos que poner las pilas y no bajar la guardia, hay que seguir los protocolos que las mismas autoridades no se cansan de repetir, ya que todavía hoy y ante la cruda realidad, miles de personas hacen caso omiso de cuidarse, pues al cierre de esta edición la Secretaría de Salud a nivel federal reportó que en Aguascalientes han fallecido 2,076 personas víctimas del Covid.
De seguir así esta tendencia, continuaremos viendo humo negro por toda la ciudad.