En respuesta a una denuncia ciudadana, la Guardia Sanitaria realizó ayer el aseguramiento de un lote de 57 pruebas rápidas para la detección de coronavirus que se ofertaban en una tienda importadora y de venta de cosméticos.
Se procedió a la incautación de las pruebas debido a que la irregularidad en su venta, toda vez que el establecimiento no contaba con el permiso sanitario respectivo para su comercialización, explicó el titular de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías, tras señalar que el producto es de la marca Real.
En este nuevo aseguramiento de pruebas rápidas se decomisó e impidió la venta de un total de 57 test para identificar los contagios de coronavirus y con cuyo producto se puede estar estafando y además exponiendo la salud misma de la gente, mencionó.
Sobre el particular, el funcionario informó que personal de la Guardia Sanitaria, en atención a las denuncias públicas vía redes sociales, acudieron al negocio ubicado en el fraccionamiento Constitución para verificar la irregularidad de la situación.
Añadió que la marca de estas pruebas rápidas cuenta con la autorización de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), sin embargo, el establecimiento donde eran ofrecidas no comprobó el manejo adecuado que se le debe de dar a cada una de las cajas, por lo que se procedió de inmediato a su aseguramiento.
Jiménez Macías explicó que por su naturaleza, estas pruebas rápidas no deben ser vendidas en cualquier negocio, pues se corre el riesgo de hacer una incorrecta interpretación de resultados y por lo tanto, obtener un falso diagnóstico.
Mencionó que en esta primera etapa del procedimiento administrativo consecuente al aseguramiento de las pruebas rápidas, se está evaluando la sanción económica que recibirá la tienda importadora que las ofrecía.
Finalmente, reiteró el llamado a la población a que, en caso de desear adquirir pruebas rápidas, únicamente lo haga en negocios debidamente certificados por la autoridad de salud, pues de lo contrario, los consumidores corren el riesgo de ser víctimas de un engaño o fraude.