(EL UNIVERSAL).- Tom Brady tiene más Super Bowls que cualquier otra franquicia en la NFL. El veterano lo logró: salió de Nueva Inglaterra, encontró estabilidad en Tampa Bay, llegó otra vez al gran partido y levantó su séptimo trofeo Vince Lombardi.
Los Buccaneers se convirtieron en el primer equipo en coronarse en su estadio, el Raymond James, al superar 31-9 a los Chiefs de Kansas City.
La firma de Brady, en la primavera de 2020, transformó a esta franquicia, ahora dos veces campeona del Super Bowl en la era del Covid-19, que no mermó la presencia de más de 25 mil aficionados en las gradas del recinto.
Pero el quarterback –aunque tuvo un partido de 201 yardas, tres de ellos para anotación y ninguna intercepción– no lo hizo solo, porque la defensiva de Bucs consumió la mermada línea de los Chiefs y asfixió a Patrick Mahomes.
El pasador de Kansas City cerró el duelo sin anotaciones, 270 yardas por aire y dos intercepciones. Los Buccaneers le quitaron a Tyreek Hill y a Travis Kelce, además de que nunca estuvo cómodo dentro de su bolsa.
Las indisciplinas también le costaron el bicampeonato a los Chiefs, que regalaron 95 yardas en castigos apenas en la primera mitad del compromiso, regalos recibidos por Brady, quien los aprovechó para conectar tres anotaciones apenas en dos cuartos, un par de ellos para su mejor amigo, Rob Gronkowski.
En cuanto arrancó el tercer episodio, los papeles no cambiaron, la defensa de Tampa Bay ahogó a Mahomes y la ofensiva manejó el control a su gusto, hasta agotarlo para festejar con el confeti y bañar a Bruce Arians, nuevo entrenador en jefe campeón de Super Bowl.
Para Brady, de 43 años de edad, su séptimo anillo de campeonato y apenas el segundo quarternack titular en lograrlo con dos franquicias, tras Peyton Manning (Colts y Broncos). Sólo existe una persona que tiene más anillos que el californiano, se llama Bill Belichick, con ocho (seis con Patriots y dos con los Giants).