CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- La Universidad de Harvard probará un tratamiento para combatir el Covid-19, el cual fue diseñado por investigadores mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El procedimiento consiste en la combinación de los fármacos prednisona con ciclosporina A, que ayudan a inhibir la respuesta inflamatoria; actualmente, su efectividad ha reducido la tasa de mortalidad de los pacientes a un 24%.
Tras el éxito de este tratamiento, aseguró Sigifredo Pedraza Sánchez, de la Facultad de Ciencias (FC) de la Máxima Casa de Estudios, la formula será utilizada en el trabajo multicéntrico liderado por Ari Moskowitz, especialista en cuidados inventivos en el Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, Estados Unidos (EU).
De acuerdo con el doctor en ciencias de la UNAM, la investigación contó con la participación de 209 personas con Covid-19, tratadas en el Hospital Regional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Puebla, dirigida por José Luis Gálvez Romero, médico internista del centro hospitalario.
«Se utilizaron los esteroides prednisona o prednisolona, fármacos conocidos desde la década de 1950 que reducen la respuesta inflamatoria durante la respuesta inmune, y ayudan a que los pacientes se puedan recuperar cuando la respuesta inflamatoria es muy fuerte en diferentes tipos de enfermedades», explicó el docente en biología celular a través de un comunicado.
Los especialistas utilizaron una mezcla de prednisona con ciclosporina A, este último fue descubierto en la década de 1970 y que ha sido utilizado, principalmente, como inmunosupresor en pacientes con trasplantes de riñón. Los medicamentos inmunosupresores, también conocidos como «anti-rechazo», se encargan de proteger al órgano trasplantado de la respuesta inmune del organismo.
Pedraza Sánchez mencionó que este medicamento también se utiliza en algunas enfermedades autoinmunes para reducir la respuesta inflamatoria. «Tiene propiedades antiinflamatorias y antivirales contra otros coronavirus, que son parientes del SARS-CoV-2», detalló.
La investigación, realizada entre abril y mayo de 2020, controló la respuesta inflamatoria y atacó la respuesta viral, reduciendo el 48% de la mortalidad en los pacientes. Además mostró una mejora en el desenlace clínico en personas con sintomatología tanto grave como moderada.
«Se analizaron 209 pacientes hospitalizados en el ISSSTE Puebla» -ahondó el catedrático- «De ellos, 104 recibieron solamente prednisona o prednisolona, mientras que 105 recibieron ese esteroide con ciclosporina A. Se hizo seguimiento a cada paciente durante 28 días y se analizó cómo era su evolución, su desenlace clínico y si había mejora o disminuía la mortalidad», detalló Sigifredo Pedraza.
Los resultados, publicados en «Journal of Internal Medicine», demostraron que luego de 10 días de tratamiento, el grupo de control, tratado sólo con prednisona, tuvo una mortalidad de 35%. Mientras que en el segundo grupo, al que se le administró prednisona con ciclosporina A), presentó sólo un 22% de muertes.
El investigador destacó que el conjunto de voluntarios se encontraba en distintas fases de la enfermedad: moderada, severa y leve, en las que los efectos positivos de la estrategia farmacológica fueron mejores entre quienes presentaron la enfermedad de leve a grave.
«Cuando se compararon esos grupos de enfermedad moderada a severa, la mortalidad en el grupo que recibió sólo esteroides fue del 48.5%, mientras que el que sumó ciclosporina A fue del 24%», aseguró el universitario.
En este contexto, Sigifredo Pedraza Sánchez destacó la importancia de utilizar medicamentos conocidos, utilizados en otras enfermedades, antes de concebir la idea del diseño desde cero de un nuevo fármaco, ya que de esta forma «se ahorra tiempo y dinero en investigarlos, toda vez que son fármacos aprobados», aclaró y señaló que este tipo de estudios es fundamental para el desarrollo de investigaciones mexicanas.