Parece que nunca se le acaban los problemas a Aguascalientes.
Ahora se prendió otro foco rojo en un servicio que da atención a miles de hidrocálidos, el del transporte público.
Desde la noche del jueves, cientos de choferes de camiones urbanos, acompañados de sus familias, se apostaron afuera del Teatro Aguascalientes para protestar y a la vez exigir un trato digno a sus personas, pues se quejan de que la Coordinación de Movilidad, dependencia gubernamental de la que dependen, los hace víctimas de un trato indignante.
Entre las múltiples quejas es que literalmente no los dejan ni realizar sus necesidades fisiológicas y cuando lo hacen es en plena calle, pues las estaciones donde están los camiones están en condiciones denigrantes; también acusan de que no les dan tiempo de detenerse para comprar alimentos y menos consumirlos, entre otras muchas situaciones que los han llevado a levantar la voz y hacerse escuchar por las autoridades, que por su parte, no ven ni oyen.
En la protesta nocturna también se escucharon voces porque son mal pagados y se sienten vejados como personas, por eso se hicieron acompañar de sus allegados, que también son afectados porque el padre de familia prácticamente vive para trabajar, a pesar de las condiciones en las que lo hacen y a las que se ven obligadas a aceptar, pues ya se sabe que en estos tiempos contar con un empleo es una fortuna.
Pero la amenaza continuó ayer a lo largo del día: si no les dan un trato digno y no se sienten atendidos, los choferes amenazan con realizar un paro de labores, siendo los únicos afectados los usuarios, que de por sí a veces pasan un viacrucis para trasladarse dentro de la mancha urbana, pues los concesionarios de autobuses no podrán negar que muchas de las unidades que prestan servicios no están en las mejores condiciones ya no digamos estéticas, sino mecánicas y aunque hicieron compromiso con las autoridades, la verdad es que no hay una mejora en ningún sentido.
Aún así hace algunas semanas se anunció que ya se cocinaba un aumento en el precio del pasaje, y que tanto las autoridades como los concesionarios se comprometían a mejorar el servicio, lo que nunca se ha podido hacer a través del tiempo y si así ocurriera, lo del aumento al pasaje, vendría a ser un error de grandes dimensiones, pues el horno no está para bollos y con estos problemas, mucho menos.
Este Gobierno tiene abiertos muchos frentes de batalla, pero este es uno muy delicado, pues los afectados son los miles de hidrocálidos que no tienen la culpa de malas decisiones y lo peor, que no se corrija lo mal hecho y sigan con los mismos errores.