La crisis económica va de mal en peor y ha hecho estragos en las familias de los trabajadores, quienes tienen que recurrir a los empeños no sólo para los compromisos económicos y el pago de los servicios, sino también para comer, denunció la Confederación Regional Obrero Mexicana.
El dirigente del sindicato, Jesús Enrique Ramírez Pérez, dijo que lo peor de la crisis por la pandemia se está viviendo justo ahora y la economía familiar no resiste tantos aumentos en productos y servicios.
“Los trabajadores están batallando, prueba de ello son las casas de empeño que se encuentran saturadas, ya que se han convertido en la opción para conseguir unos cuantos pesos, incluso para el gasto del día, pero hay familias que ya no saben qué empeñar”, manifestó el dirigente sindical.
Lamentablemente, la reactivación de la economía va muy lenta, pues la pandemia sigue evitando el restablecimiento de varias actividades al 100% y en consecuencia las familias están desesperadas.
Uno de los aumentos que más preocupa a las familias es el precio del gas, porque la mayoría de los hogares depende de este combustible para cocinar, además un importante número de viviendas no cuenta con calentadores solares y ello aumenta la demanda del gas, el cual se ha convertido en un artículo de lujo para muchas familias, porque el precio está por los cielos.
Adicional a estos aumentos se han disparado otros, por lo que se requieren apoyos emergentes, no sólo despensas, sino la reactivación de la entrega de calentadores solares para reducir el consumo de gas en los hogares.
Ramírez Pérez señaló que ante la gravedad de la crisis económica se requieren soluciones a largo plazo, por lo que insistió en que no basta con la esporádica entrega de despensas, es preciso mantener en marcha los programas que generan bienestar a las familias, como el de calentadores solares.