Afloró el influyentismo en la vacunación del puesto especial de la Isla San Marcos, donde personas sin discapacidad llegaron a bordo de sus vehículos para recibir la protección biológica, siendo uno de ellos el senador morenista Daniel Gutiérrez Castorena.
Aprovechando que por la primera letra de su apellido le correspondía la inoculación, el legislador federal morenista llegó en su camioneta y acompañado de tres personas más solicitó la aplicación de la vacuna, cuando se supone que ese centro de inmunización especial estaría enfocado solamente para proteger con el biológico a personas que no pudieran desplazarse por ser de muy avanzada edad, por tener alguna discapacidad o por padecer algún problema de salud que le impida su movilidad.
En cuestión de minutos el senador avanzó por el carril y llegó hasta donde lo inocularon, no solamente a él, sino también a dos de las tres personas que le acompañaban en la camioneta, el otro era el conductor del automotor y él solamente descendió del vehículo para abrir la puerta a fin de que los vacunadores pudieran hacer su labor con quienes se encontraban dentro de la unidad.
Otras personas que acudieron al mismo puesto llevando consigo a familiares con problemas de movilidad, por enfermedad o por otra causa, calificaron de influyentismo el comportamiento que exhibió no sólo el senador Gutiérrez Castorena, sino también otras personas que llegaron en camionetas y vehículos de lujo para “brincarse las trancas” y que se les anticipara la vacunación, pues se observó que quienes iban a bordo de las unidades eran personas que no reunían las características para quienes se determinó la operación del referido puesto de vacunación.
En cuestión de minutos y sin contratiempos los influyentes pasaron los filtros, fueron vacunados, permanecieron un rato en el área de observación y luego partieron felices y contentos, ya bien protegidos contra el coronavirus.