El territorio mexicano ya parece queso gruyere de tantas afectaciones en su superficie, y para ejemplo, en esta semana se reportaron dos enormes socavones en distintos puntos del país.
Primero Puebla, ahora Tamaulipas, pero lo cierto es que representan un peligro para los habitantes de la zona.
Los motivos no se saben a ciencia cierta, pero por ejemplo el enorme hoyo en Puebla, que en las últimas horas ha crecido descomunalmente su diámetro, empezó con una grieta de 5 centímetros y en cuestión de minutos la tierra se desmoronó, aunque afortunadamente no hubo vidas qué lamentar.
En el reportado en Ciudad Victoria, Tamaulipas, aseguran que fue por la ruptura de una tubería que contaba con 50 años de antigüedad, y que el problema se vio recrudecido por las lluvias que reblandecieron la tierra.
Se estima entonces, que a raíz de las recientes precipitaciones pluviales se aflojó la tierra y el pavimento se vino abajo, afortunadamente provocando sólo daños materiales.
Pero por los motivos que sean, es altamente riesgoso que eso esté ocurriendo en la superficie del país, pues en cualquier momento esto puede pasar en alguna zona habitacional y ahí sí hablaríamos incluso de una tragedia.
Incluso hace 4 años, en el mes de julio, se conoció que fallecieron dos personas, pues se abrió un enorme hoyo en el Paso Exprés de Cuernavaca; este socavón fue debido a las fuertes lluvias y al mal trabajo realizado en ese tramo de la autopista.
Otro motivo de enorme preocupación, que atañe a toda la ciudadanía, es que estos incidentes graves se deban a la sobreexplotación acuífera, lo que es motivo de alerta, porque entonces estaríamos hablando de una grave sequía, como la que afecta al campo de Aguascalientes, y que para obtener el vital líquido se hacen perforaciones a muchísimos metros de profundidad. Esto sí es para preocuparse porque esto puede ser factor para este tipo de incidentes.
Incluso, como se refiere en la primera página de este Diario, más del 60% del territorio nacional está pasando por una sequía delicada, una realidad a lo largo y ancho del país.
Nuestro Estado, lo vemos a diario en la ciudad capital, su pavimento, deja mucho qué desear, lleno de baches, algunos enormes que llegan a dañar los vehículos o provocar accidentes, también deberían ser motivo de preocupación y ocupación para las autoridades, pues se está a tiempo de evitar lo que sucede en el país y que no ha pasado una desgracia, todavía.
Hay que curarse en salud, ver lo que pasa en otras Entidades y poner solución antes de que se presente el problema, no al revés, que se tapa el pozo cuando ya se ahogó el niño.