La decisión que tomó la Secretaría de Educación Pública, sobre no reprobar a ningún alumno, despertó las más encontradas reacciones en los padres de familia: júbilo y molestia.
Alegría en aquellos paterfamilias que se vieron rebasados por las circunstancias que ha originado la pandemia de Covid-19 y que no pudieron, o no quisieron, involucrarse en la educación de sus hijos con las herramientas que proporcionó el Gobierno federal, como el programa Aprende en casa.
El problema, creemos, es que en muchas colonias de la ciudad a cualquier hora del día se veían niños en edad escolar rondando en las calles, jugando, muchas veces sin la supervisión de un adulto, cuando se suponía que era el momento de conectarse a clases.
Se quejan algunos maestros de que muchos de sus alumnos no mandaban evidencia ni se conectaban regularmente, y por lo tanto no aprovecharon lo poco o lo mucho que las escuelas pudieron ofrecer este año, que a decir de muchos, fue tiempo perdido.
Pero otros padres de familia y profesores se expresan de manera diferente, pues cumplieron con el plan de trabajo, aunque fuera a tiros y tirones, y lograron sacar el ciclo lectivo que está a punto de concluir.
Docentes se molestan, y con justa razón, de que por una orden superior tendrán que acreditar calificación suficiente para que los escolares no reprueben el año, aun cuando en muchos casos sería lo ideal, pues no todos pudieron absorber conocimientos que los hagan pasar de grado y llegarán sin las herramientas intelectuales necesarias al siguiente nivel y se atrasarán nuevamente, obligando a los maestros a dar cursos de regularización con los que, por supuesto, todo el grupo se atrasará.
En el caso de los alumnos con los que se mantuvo el nivel de comunicación prácticamente inexistente se deberá registrar en la boleta de evaluación la leyenda “Sin información”, pero serán aprobados con un mínimo de 6.
Muchos de los niños sí cumplieron en tiempo y forma con el esquema educativo y obviamente serán calificados con mejores promedios, pero el hecho de que todos los niños pasen de grado tarde o temprano traerá problemas.
Además, la SEP anunció que se modificará el calendario escolar y que se dará un mes más de clases, pero los docentes dicen que en un mes no se pondrán al corriente si durante todo un año no lo hicieron, por diversos motivos, y aunque todas las partes reconocen que la pandemia vino a afectar absolutamente todo, se ofrecieron alternativas para que esto no pegara más a las familias mexicanas.
Las propuestas de la SEP, aunque polémicas, se aplicarían para todo el sistema de educación básica y, de ser aprobadas, en esta misma semana se anunciarán los pormenores, algo que realmente inquieta a los padres de familia y, en mayor grado, a los docentes.