Peligrosamente la sociedad, no sólo de Aguascalientes, sino de todo México, está bajando la guardia ante el supuesto ‘control’ de la pandemia.
De hecho, la propia Secretaría de Salud federal advirtió de un nuevo repunte de la enfermedad, por lo que llamó a reforzar las medidas de sanidad que ya deberían ser un hábito en la sociedad.
Aquí en Aguascalientes, contrario al optimismo demostrado por el gobernador en cuanto al regreso a la normalidad en el Estado con la autorización de eventos masivos y la planeación de la Feria de las Calaveras, el Congreso Charro, la Ruta del Vino y hasta de la Feria de San Marcos en su edición 2022, el secretario de Salud no está convencido de poder realizar estos proyectos debido a la pandemia y sus devastadores efectos; o lo que es lo mismo, desmintió a su jefe.
No hemos aprendido la lección, y a estas alturas la pandemia, además de los cientos de miles de fallecidos que ha dejado a lo largo y ancho de todo el país, ha provocado también la muerte de negocios de todos los giros que no pudieron sobrevivir a la brutal caída en las ventas y a los cierres obligatorios ordenados desde la Federación para tratar de contener los contagios.
Son pocas las empresas, sobre todo las de giro funerario, venta de alimentos a domicilio, aplicaciones de transporte y muchas más las que vieron en la desgracia la oportunidad de desarrollar sus negocios, ya que el Covid-19 ha obligado a todos a replantearse lo que se conocía como vieja normalidad.
Estamos bajando la guardia, incluso los hospitales empezaron el proceso de desconversión y están regresando a sus actividades como antes de la llegada de la enfermedad.
Otro de los damnificados es, por supuesto, el personal de salud al que se le venció el contrato porque sólo se le ocupó durante la cresta de la enfermedad.
Y la vacunación no parece ser una opción, pues aunque se anuncie que habrá jornadas de inmunización hay largas filas para acceder a ella, muchos otros no creen en su eficacia y dejan pasar la oportunidad de protegerse con el biológico.
Ojalá aprendiéramos de las experiencias ajenas, como de Israel, que después de declararse en control epidémico nuevamente se impuso el uso del cubrebocas, o Brasil, cuyo presidente, Jair Bolsonaro, ha sido duramente criticado por su gestión de la pandemia, por lo que ya ese país sudamericano está en la tercera ola, lo que coloca a esa nación en la segunda del mundo en superar el medio millón de muertos.
Por lo pronto en Aguascalientes nos hacen un llamado de atención: no a los eventos masivos, pues de la fiesta podríamos pasar a la tragedia y nuestra sociedad no se lo merece. Pero si definitivamente queremos ser de los sobrevivientes de esta pandemia haremos lo que el sentido común nos indique, a pesar de las múltiples tentaciones que vienen, otra vez, por parte del Gobierno del Estado.