Cuidado, cuando el pueblo se harta exige a gritos un cambio, y eso es exactamente lo que está sucediendo en la isla de Cuba.
Sorprendieron las inéditas imágenes de las masivas manifestaciones en varias de las más importantes ciudades cubanas, donde a gritos las personas gritaban que querían libertad.
Estas protestas llegan también en uno de los momentos más difíciles que enfrenta ese país caribeño que, como el resto del mundo, es azotado por la pandemia, pues aumentan los muertos y los contagios, aunque a despecho acaba de presentar y patentar la primera vacuna contra el Covid-19 hecha en Latinoamérica: Abdala, que promete tener buenos resultados.
Cuba es reconocido, entre muchas cosas, por tener excelentes médicos, que incluso son solicitados en países de primer mundo porque están formados a un altísimo nivel, por lo que al inicio de la pandemia brigadas de ellos fueron enviadas a distintos puntos del mundo para tratar de contener esta nefasta pandemia.
Pero Cuba, aunque es semillero de talentos, es un pueblo oprimido, que padece en carne propia los excesos del comunismo, y que vivió bajo la sombra de la dinastía Castro, Fidel y Raúl, que se extendió por casi seis décadas y que terminó hace sólo tres años.
En todo este tiempo los cubanos han aguantado en carne propia una revolución, la crisis de misiles nucleares y hasta un durísimo bloqueo económico de Estados Unidos, pero parece que por fin se liberaron de las ataduras y salieron a exigir lo que por derecho natural les corresponde: libertad.
Porque sí, el de Cuba es un pueblo aguantador pero no sumiso, ya lo vimos en las imágenes que muestran el hastío, la desazón y la molestia de los isleños, quienes dicen que ya no más, se hartaron de vivir así.
¿Y qué hizo su presidente Miguel Díaz-Canel, a quien impuso el menor de los Castro? Llamó a sus huestes a combatir a los opositores a las calles, sin pensar que puede darse un baño de sangre que ya no tendría marcha atrás.
Además, en un afán de callarlos para que el mundo no conozca la verdad, les quitaron el servicio de internet, y aunque tienen aliados de gran peso como Rusia e Irán, en contraposición tienen el respaldo abierto del presidente Joe Biden, que incluso fue señalado como instigador de las protestas.
El presidente de Estados Unidos, hombre curtido por su historia de vida, dio un consejo que todo gobernante debería de seguir: escuche a su pueblo, atienda sus necesidades, pero no, los años pasan, gobiernos van y vienen y no oyen el clamor de la gente.
Cuidado, insistimos, cuando el pueblo habla los gobiernos se tambalean, y esto debería ser una lección para absolutamente todos los que tienen actualmente el poder.