La estrategia fallida que siguen las autoridades de Gobierno para prevenir y atajar la pandemia de Covid-19 debe ser replanteada para poder tener mejores resultados, pues no es posible frenar la transmisión de la enfermedad contagiosa cuando se le está apostando a tener mayores ingresos económicos con la organización de eventos masivos, afirmó el doctor Francisco Márquez Díaz.
El médico infectólogo sostuvo que si no se pueden suspender o posponer eventos como la Ruta del Vino, los festejos patrios, el campeonato charro y otros que están programados para lo que resta del año, cuando menos se debe asegurar un control estricto en la afluencia y entre los asistentes, ya que de otra manera a lo único que se le abonará es a la prolongación de la contingencia sanitaria.
En la entrevista con HIDROCÁLIDO y luego de reconocer el actuar responsable de las autoridades de Jalisco que anunciaron la suspensión de los eventos patrios y de la feria que se celebra en Guadalajara en octubre, el especialista dijo que no se debe caer en la irresponsabilidad, tanto de parte de las autoridades, en la autorización, como de los organizadores de los eventos masivos como los referidos o incluso con las fiestas de graduación o los viajes de fin de cursos a la playa, cuando está claro que se está en una etapa de mucho riesgo por la forma como se están comportando los virus.
“Las autoridades y los promotores de eventos masivos deben tener presente que en diversas partes de Europa se han realizado experimentos concretos con la organización de eventos exclusivamente para personas vacunadas y se ha demostrado que aun así se han registrado importantes brotes de contagios, por lo que impulsar eventos masivos sin ningún tipo de control, como se ha venido observando, resulta ser una total irresponsabilidad, debido a que se compromete la salud no sólo de los asistentes a dichos eventos, sino también de la población en general”, subrayó.
Sostuvo que si bien es cierto que en este tipo de eventos (señaló en relación a la Ruta del Vino y otros que están programados y que las autoridades insisten en llevar a cabo) el riesgo es mayor para los no vacunados, nadie está exento de ser infectado, puesto que incluso entre los inoculados se siguen presentando los contagios.